Las primarias de Podemos movilizan apenas al 23 por ciento de militantes

La marea humana que ha llevado a Podemos a ser una fuerza en competición con PP y PSOE se desinfla a la hora de votar de puertas para dentro. En el partido, concebido como paraíso de la democracia, sorprende la escasa participación que han arrojado las primarias desarrolladas entre el jueves 26 y el lunes 30 de marzo para elegir a los candidatos a las trece autonomías que celebran comicios en mayo. Y eso que el voto podía emitirse online, con el único requisito de estar previamente inscrito en los registros de Podemos, lo que convertía a este proceso en un sistema muy abierto.

Si para muchos esta era la ocasión de medir la fuerza real de la estructura política armada en torno al liderazgo de Pablo Iglesias, la capacidad de movilización de las bases se ha desvelado precaria: tres de cada cuatro seguidores ni siquiera lo intentaron.

En esas Comunidades Podemos suma un censo de 224.771 personas, pero solo votaron 52.058, o, lo que es lo mismo, un estrecho 23,1%. Únicamente en dos de ellas, y de pequeño tamaño, lo hizo más del 30%: Cantabria y La Rioja.

Por debajo del PSOE

El resultado es que candidatos que podrían convertirse en llave de gobernabilidad, o en los que están depositadas grandes esperanzas de desbancar al PP, como los de Madrid y la Comunidad Valenciana – José Manuel López Rodrigo y Antonio Montiel Márquez, respectivamente–, han alcanzado el número uno de sus listas gracias al discreto respaldo del 15,2% de sus propios compañeros, el primero, y del 9,6%, el segundo. La pobre cartera de avales de este último sólo es empeorada por el aspirante de Baleares, Alberto Jarabo, que concurrirá a las urnas oficiales el 25 de mayo tras haber sido impulsado por tan solo el 8,4 de los que en su territorio componen las filas de Podemos. Han sido exactamente 867 votos.

A efectos comparativos, las primarias celebradas por el PSOE el pasado julio para designar secretario general en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba arrastraron el triple de votos. Se saldaron con un 66% de participación al acudir 89.906 afiliados de los 135.928 al corriente de pago. Conviene hacer notar que aquel se trató de un proceso limitado, no abierto por tanto al conjunto de la ciudadanía como el de Podemos. En él, Pedro Sánchez se alzó vencedor con prácticamente el 69% de las papeletas emitidas, que correspondían a casi el 46% del censo: 62.477 sufragios, un número superior a la suma de todos los que han votado en las convocatorias de Podemos juntos, 52.058. Y de ellos, cabe destacar que además una cuarta parte (25,7%) lo hicieron en blanco, con picos tan significativos como el de Extremadura, donde el 40,34% de los 1.698 registrados que ejercieron su derecho se inclinaron por no marcar ningún nombre.

Enfrentando a Podemos consigo mismo, la participación en estas recientes primarias autonómicas también palidece en tanto que alcanza apenas la mitad de la que cosechó el proceso que encumbró a Pablo Iglesias: se pronunció un 48% del censo de 221.000 inscritos entonces. El profesor de Políticas fue legitimado por el 43,1% de esas bases, con un total de 95.311 votos.

El más respaldado: 20,5%

Según los datos oficiales ofrecidos por Podemos el miércoles por la tarde, el principal crítico de Iglesias, Pablo Echenique, es, porcentualmente, quien representará al partido en los comicios autonómicos con mayor apoyo de sus bases.

La documentación difundida dice que en Aragón –su «circunscripción» a efectos de este proceso, que no se ha fragmentado por provincias– ha conseguido el 100% de los votos. Son todos los emitidos válidos, 2.498, pero no hay que obviar que hubo otros 1.013 en blanco, y que en conjunto apenas representaba un 20,5% del universo de 12.135 personas que podrían haber votado en esa región. La conclusión es que, de esa masa, solo uno de cada cinco decidió apostar por Echenique, o, lo que es lo mismo, esas 2.498 personas que lo han lanzado a la cabecera de la lista. Con todo, sobrepasa de largo a la que será su número dos –Violeta Barba, del sector oficialista–, que tiene tras de sí 1.858 votos que representan el escueto 15,3 del censo.

Con ese nivel de respaldo se ha solidificado otra de las candidaturas más trascendentales de Podemos, la de José Manuel López a la Comunidad de Madrid, que pugnará con Cristina Cifuentes (PP) o Ángel Gabilondo (PSOE) gracias al apoyo de 9.670 hombres y mujeres de un total de 63.278 registrados. Con una proporción de avales algo superior se sitúan la candidata de Navarra, Laura Lucía Pérez (1.313 votos, un 17,1% del censo); el de Asturias, Emilio León (2.827 votos, un 17,8% del censo) y La Rioja, Raúl Ausejo (979, un 18,7% del censo).

Ocho con menos del 15%

Al final de la tabla figura por el bajo precio en votos que le ha valido la candidatura Alberto Jarabo, de las Islas Baleares (8,4%). Le sigue el de la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, donde tenían derecho a pronunciarse 42.541 personas, de las que lo eligieron 5.941, un 9,6%. Votaron 8.785, y el resto en blanco.

En Castilla-La Mancha, José García Molina también competirá en las elecciones autonómicas gracias al deseo de un 9,7% de sus compañeros de partido: 2.258 de un total de 12.284. En Murcia, Óscar Urralburru logró el respaldo del 11% del censo; en Extremadura, Álvaro Jaén un 11,1%; en Castilla y León, Pablo Fernández un 11,3%; en Cantabria, José Ramón Blanco consiguió el 13,2%, y en Canarias, Noemí Santana tuvo el apoyo del 14%.