Cumbre de «alta tensión» en La Moncloa

El Palacio de la Moncloa será este miércoles sede de una cumbre de «alta tensión» europea, y no porque esté presente Grecia, ni porque se prevea un fuerte enfrentamiento entre estados, sino porque los participantes tratarán de avanzar en las interconexiones energéticas de la Península Ibérica con el resto del continente europeo a través de Francia.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibirá al presidente de Francia, François Hollande, al primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y al presidente del Banco Europeo de Inversiones, Werner Hoyer, para celebrar una reunión sobre interconexiones energéticas, y para estudiar su financiación, a través de fondos europeos, especialmente el Plan Juncker de inversiones.

El presidente de la Comisión estará acompañado del comisario de Acción Climática y Energía, Miguel Arias Cañete.

Esta cumbre se produce después de que Rajoy y el primer ministro de Francia, Manuel Valls, inauguraran la interconexión entre España y Francia por los Pirineos catalanes, el pasado 20 de febrero.

Según explican fuentes de Moncloa, las interconexiones constituyen una pieza clave de la Unión Energética, que busca el establecimiento efectivo, en el seno de la Unión Europea, de un mercado energético interior y de una política común de energía. Todo esto permitirá a las empresas, según el Gobierno, a lograr una mayor competitividad a costes mejores y más previsibles.

El Consejo Europeo de octubre de 2014 reafirmó el compromiso por las interconexiones y el objetivo de lograr una interconexión mínima del 10 por ciento sobre la potencia instalada, que deberá alcanzarse como muy tarde en 2020. Con la inauguración de la obra del pasado 20 de febrero, se doblará el nivel al 2,8 por ciento, lejos todavía del objetivo marcado por el Consejo Europeo.

La cumbre de «alta tensión» de La Moncloa aprobará una Declaración común, que será firmada por los jefes de Estado y de Gobierno de España, Francia y Portugal, y por el presidente de la Comisión Europea. En la Declaración se subraya el compromiso con las interconexiones energéticas de los participantes en la reunión y se detallan medidas que se tomarán en el futuro. Destaca la adopción de una estrategia común de los operadores de sistemas de transmisión de España, Portugal y Francia, y la creación de un nuevo Grupo regional de alto nivel para Europa sudoccidental para supervisar los proyectos.

En cuanto a la financiación, el Plan Juncker de Inversiones permite la financiación público-privada de las infraestructuras de interconexiones energéticas. Está previsto que los bancos públicos de inversiones, en el caso de España, el ICO, contribuyan a la financiación que pueda destinarse a proyectos concretos con 1.500 millones de euros.