Agentes de la Ertzaintza en el portal de la vivienda de la localidad vizcaína de Abadiño donde una mujer y su madre han sido halladas muertas y ensangrentadas en su vivienda
Agentes de la Ertzaintza en el portal de la vivienda de la localidad vizcaína de Abadiño donde una mujer y su madre han sido halladas muertas y ensangrentadas en su vivienda - efe/luis tejido
VIOLENCIA DE GÉNERO

El asesino de Vizcaya mató a su mujer y a su suegra «por dinero»

Simuló ser víctima de un ataque rocambolesco: recibió una paliza consentida de una tercera persona, se colgó por los pies e incendió el taller de carpintería en el que estaba

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Se van despejando poco a poco las incógnitas del tremebundo crimen machista que el miércoles conmocionó a la sociedad vizcaína, que en apenas un mes ha registrado en sus páginas de sucesos siete muertes violentas.

El hombre detenido por asesinar a su mujer y a su suegra el Abadiño, en plena comarca del Duranguesado, ideó una rocambolesca coartada que en un primer momento tuvo en vilo a los investigadores. Dos trabajadores de su empresa, una fábrica de carpinteria en Atxondo se encontraron con el varón, B.Q., de 55 años, colgando boca abajo de un montacargas en el interior del taller, que estaba ardiendo en llamas.

El hombre, que presentaba diversas contusiones, fue liberado por los trabajadores y trasladado al exterior mientras poco después los bomberos se aplicaban para apagar las llamas.

Tras recibir el alta hospitalaria, el hombre declaró a la Ertzaintza haber sido víctima de un ataque brutal, golpeado por una persona que le maniató y le colgó del montacargas, según informó ElCorreo. Sin embargo, en apenas media hora su coartada se desmoronó y confesó haber matado a su mujer y a su suegra y haber urdido una coartada.

Los cuerpos de las dos mujeres, de 54 y 80 años, fueron hallados por una familiar que se acercó hasta la carpintería tras ser alertada del incendio. Poco después se dirigió al piso, donde halló los cadáveres de las víctimas, ensangrentados sobre una cama. Según la investigación, el agresor las golpeó brutalmente hasta la muerte. Luego se dirigió a su empresa y simuló ser víctima de un asalto con incendio de la fábrica que regentaba.

La Ertzaintza apunta al móvil económico como detonante del doble crimen machista que ha conmocionado a la localidad de Abadiño. Al parecer, el negocio registraba dificultades económicas que afectaban a la familia. Según los investigadores, el hombre habría mantenido una fuerte discusión en casa y acabó matando a golpes a su mujer y a su suegra. Esta última, de unos 80 años, acababa de llegar de Galicia para pasar la Navidad con su hija. La pareja tenía un hijo. El arrestado y autor confeso del crimen pasará en las próximas horas a disposición judicial como responsable de un doble delito de homicidio.

«En estado de shock»

La mujer del homicida acababa de prejubilarse tras 41 años trabajando en la empresa Inyectametal de Abadiño, donde esta mañana ha tenido lugar una concentración en repulsa del terrible suceso. «La empresa está en estado de shock. Ha sido una grandísima compañera y bellísima persona, siempre dispuesta a todo. La gente está que no digiere la noticia», se lamentaba un portavoz de la compañía.

El ayuntamiento decretó dos días de luto oficial y colocó sus banderas a media asta en señal de duelo. Hoy tendrá lugar una tercera concentración de repulsa. El Parlamento vasco también ha guardado un minuto de silencio para condenar el doble crimen.

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