La familia Obama, retratada en el Salón Verde de la Casa Blanca. / Annie Liebovitz (Ap)
Como unas "Naciones Unidas en pequeño" es como califica Michelle Obama la familia de su marido, el actual presidente de EE UU, debido a la multiplicidad de raíces de su familia.
Barack Obama nació el 4 de agosto de 1961 en la cuidad de Honolulú, en Hawai. Sus jóvenes padres se conocieron en la universidad tras su coincidencia en las clases de ruso. Stanley Ann Dunham, la madre del actual candidato demócrata, estudiaba antropología y se sintió atraída por el único colega africano de su promoción, el keniata Barack Obama. Por su parte, el futuro padre del actual presidente de los EE UU, estaba casado cuando abandonó África a los 28 años de edad para estudiar matemáticas y economía en Hawai. Por eso, cuando ambas familias se enteraron del compromiso, se opusieron frontalmente, aunque el enlace se acabó celebrando en febrero de 1961. Para entonces, Ann, una muchacha blanca de apenas 19 años criada en un pequeño poblado de Tejas, se encontraba embarazada del primer presidente afroamericano de la historia de su país. El matrimonio no duró demasiado y en 1963 su padre se mudó a Harvard para continuar con sus estudios, regresando a Kenia al finalizarlos. Dunham decidió no seguirlo, quizá decepcionada por conocer que su marido ya estaba casado en su país natal.
Años más tarde, la madre de Obama retomaría sus estudios y también encontraría de nuevo el amor con el indonesio Lolo Soetero. Tras la boda, la familia se mudaría a Yakarta y años después nacería la única hermana de Barack junior por parte de madre, Maya Soetoro-Ng, que se sumaría a los siete hermanos keniatas procedentes de su padre.
Tras varios años de estudios en la capital indonesia, Barack decide mudarse a EE UU para finalizar su carrera estudiantil. En 1988 ingresa en la escuela de Derecho (tras terminar la carrera de Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales) y durante los veranos colabora con diferentes bufetes de abogados, como Sidley Austin y Hopkins & Sutter. En este último conocería a su actual esposa, Michelle Robinson, licenciada en Sociología y Estudios Afroamericanos por la Universidad de Princetown y que por aquél entonces cursaba Leyes en la misma facultad. A pesar de la insistencia de Obama y aunque compartieron varios eventos sociales, en un principio Robinson fue reticente a salir con el candidato demócrata, aunque a finales de ese mismo verano comenzaron una relación.
Tras su boda en 1991 y durante sus primeros años, la pareja tuvo que hacer frente a diferentes deudas, según contaba la esposa del presidente durante su discurso el pasado septiembre: "Y créanlo o no, cuando nos casamos, las facturas de préstamos estudiantiles de ambos, superaban por mucho nuestra hipoteca. Éramos jóvenes, estábamos enamorados y... estábamos muy endeudados".
Ascenso
Aún así el matrimonio tuvo dos hijas, la mayor nacida en 1998, Malia Ann, y la pequeña Sasha, en 2001. Los ingresos de la familia provenían del sueldo de Obama -ostentó altos puestos en diferentes asociaciones y fundaciones sociales, así como en la docencia antes de convertirse en un cargo público- y de los varios libros que tiene publicados y que le reportan grandes beneficios. Así la familia pasó de vivir en un apartamento en Hyde Park de Chicago -una burbuja de estabilidad colindante con barrios obreros y conflictivos de la ciudad- a una residencia de más de un millón y medio de dólares situada en el prestigioso barrio de Kenwood, para dar después el paso a la Casa Blanca. A pesar de la confusión, la familia practica la religión protestante, a pesar de la insistencia de muchos grupos en sus orígenes musulmanes -su padre sí que pertenecía a la fe islámica, pero que "confirmó ser un ateo", según uno de sus libros, cuando conoció a su madre-.
El pasado 3 de octubre el matrimonio Obama cumplía 20 años, coincidiendo con el primer debate presidencial. "Le dije a Barack que asistir a un debate presidencial era la peor forma de pasar el 20º aniversario de boda. No lo habría elegido, pero estoy impaciente", declaraba horas antes la primera dama a la cadena estadounidense CNN.
Ambos se prodigaron felicitaciones a través de la red social Twitter -"hace hoy 20 años me casé con el amor de mi vida y mi mejor amiga. Feliz aniversario, Michelle", escribía el presidente en su cuenta- e incluso el equipo de la campaña mediática utilizaba la efeméride y subía un vídeo a la red en el que ambos hablan de su matrimonio y se les puede observar compartiendo un helado en el primer restaurante donde se besaron. "Estaría muy bien que me hicieses una bonita sorpresa", le dice Michelle a su marido, a lo que él responde que lo hará "lo mejor que pueda".
Sin lugar a dudas la imagen conseguida tras estos cuatro años por la primera dama -gracias a involucrarse en diferentes causas relacionadas con la familia que complementan las acciones de su marido pero no las eclipsan- es uno de los puntos fuertes del candidato demócrata para llegar a la presidencia. Y la imagen de familia feliz y unida que prodigan a través de diferentes medios, en especial en las cercanas redes sociales, suman puntos en su carrera por la Casa Blanca.
