Esperando que Susana Díaz tome la palabra en la sede del PSOE andaluz

Ni un comentario sobre los sondeos que han hecho las televisiones, ni siquiera extraoficialmente. La presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE, Susana Díaz, permanece recluida en la segunda planta de la sede regional del partido rodeada de su guardia de corps y a la espera de que los resultados que se van conociendo se conviertan en definitivos.

El ambiente es de preocupación. Una inquietud que ya se barruntaba a primera hora de la tarde. A las 18.30 llegaba a la calle San Vicente la lideresa andaluza a pesar de que había citado a su ejecutiva a las siete de la tarde. Desde entonces Susana Díaz permanece con la vista puesta en las televisiones y el escrutinio y sin prestar atención ni a los sondeos a pie de urna ni a las «israelitas» que no se comentaban.

«Tranquilidad» era el mensaje que transmitían desde la planta noble de la casa sevillana donde el PSOE tiene su sede. Una tranquilidad que no se respiraba, ni mucho menos, por los pasillos.

Acompañada por su marido, José María Moriche, Susana Díaz está pasando la noche con la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez (la única secretaria general que estaba anoche en San Vicente), el candidato número uno al Congreso, Antonio Pradas, y el "núcleo duro" de los socialistas: Manuel Jiménez Barrios, vicepresidente de la Junta; Mario Jiménez, portavoz del Parlamento; Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE andaluz. También estaba el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. 

Muy lejos quedan ahora esas altas expectativas que preveían ganar al PP con respecto a 2011 (esto es, sacarles más de 9 puntos porcentuales) que han estado filtrando los mandos del PSOE durante toda la campaña. Ahora, curiosamente, las miradas ni siquiera estaban puestas en Pedro Sánchez, lo importante es salvar al PSOE andaluz. Por cierto, el candidato al Senado, Juan Carlos Raffo, llegó a la sede con un paraguas, ¿premonitorio?