Aplausos y algunos (pocos) carteles contra Rajoy en su «vuelta» a Pontevedra

Rajoy ha vuelto esta tarde a Pontevedra. Seis meses después de aquel paseo electoral de la campaña del 20-D en que un joven le propinó un puñetazo y le rompio las gafas. En esta ocasión, la expectación mediática era máxima; el paseo ha sido rápido y no tan cálido como en otros que ha dado el candidato; tal vez influido por el evidete despliegue de seguridad. Ha transcurrido por las mismas calles, incluida la plaza de la Peregrina donde le golpearon en diciembre, entre algunos aplausos, sonrisas y apretones de manos, y media docena de personas con carteles recordándole al candidato que fue declarado persona non grata. Pocos, pero muy gritones, le interceptaron en medio del paseo y volvieron a hacerlo a su llegada al Teatro Principal, en Pontevedra.

Dentro, unas 500 personas le recibieron con mucho aplauso y recordándole, como dijo el vicepresidente de la Xunta Alfoso Rueda, que era «persona muy grata».

Ana Pastor, también presente en el acto, ha recordado en el mitin a quienes «se acuestan bolcheviques y se levantan socialdemócrata; y es mucho viaje eso». Pastor ha pedido menos «marketing político» y más «personas inteligentes». Ha terminado pidiendo el voto para Rajoy porque es, ha dicho, «la única garantía del AVE a Galicia», y también la fórmula «para que la pesadilla del frente populista no se haga realidad».

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se preguntaba en su intervención si Pablo Iglesias y Pedro Sánchez hubieran podido evitar el rescate. A su juicio, hay mucha indecisión de los votantes porque la hay también entre los candidatos, excepto en Rajoy que ha mantenido los mismos principios. Siguiendo la línea argumental que el PP ha puesto en marcha, Feijóo ha vuelto a pedir un compromiso de que no haya vetos tras el 26-J.

Suárez, ha dicho el presidente gallego, no habría sido nunca presidente del Gobierno porque nunca sacó mayoría absoluta; y lo mismo le pasó luego a Felipe González en alguno de sus gobiernos, a Aznar y a Rodríguez Zapatero. «Lo que no ha pasado nunca es que no se dejara gobernar a la lista más votada», ha recordado.