Hillary Clinton hace campaña este martes en Nashua (New Hampshire)
Hillary Clinton hace campaña este martes en Nashua (New Hampshire) - AFP

Hillary Clinton prepara cambios en su campaña para frenar la caída

Alarma en la aspirante demócrata a la presidencia de EE.UU. por la falta de apoyos entre las mujeres jóvenes y en internet, donde arrasa su rival Sanders

Enviado Especial a Manchester (New Hampshire) Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como una venda antes de la herida. Así sonaba este martes la intención de la aspirante demócrata, Hillary Clinton, de dar un giro a su estrategia electoral y a su equipo de campaña, filtrada horas antes de que se empezara a votar este martes en New Hampshire. La decisión estaba tomada, incluso aunque su candidatura recuperara terreno finalmente en el estado del granito. Pero tanto las encuestas como la previsión del equipo de la candidata apuntaban antes del cierre de las urnas a una severa derrota a manos de Bernie Sanders.

La alarma se ha encendido al constatar la gran falta de apoyo entre los jóvenes, incluidas las mujeres, donde ni siquiera la expectativa de que pueda ser elegida la primera presidenta de Estados Unidos está calando entre la mayoría, más ilusionada por ahora con la «revolución» que plantea el senador socialista.

La idea de Clinton es fortalecer los mensajes de campaña en internet y en las redes sociales, el gran caladero de apoyos juveniles, donde el equipo de Sanders está literalmente arrasando a su rival. Y no sólo mirando a las primarias, sino a una eventual elección presidencial, en la que la movilización de los jóvenes y de las mujeres será fundamental para derrotar al rival republicano.

La otra losa que arrastra Clinton es cómo hacer frente a las críticas de su rival sobre el dinero que percibió de Goldman Sachs

Después de que Clinton asintiera públicamente con la lacónica sentencia de que «nos toca hacer balance», David Axelrod, quien fuera el jefe de campaña que llevó al presidente Obama a la histórica victoria de 2008, puso el dedo en la llaga por su cuenta de Twitter con un mensaje demoledor: «Cuando surgen exactamente los mismos problemas en distintas campañas, con diferentes equipos, llega el momento que sus responsables dicen: Eh, ¿el problema será Estados Unidos?».

Su alusión tanto a las debilidades de la candidata como a su incapacidad para detectar el problema real, era la respuesta al descontento de Hillary y de su marido, el expresidente Clinton, con la forma en que está trabajando su equipo. Reflejo de las desavenencias internas por la que algunos consideran una campaña poco agresiva, uno de los más estrechos colaboradores de la aspirante calificaba al jefe del equipo electoral, Joel Benenson, de «hombre hecho de fino hielo».

La preocupación, que surgió ya en Iowa, donde Clinton logró una victoria pírrica, y que ha cristalizado en New Hampshire, ha llevado esta semana a una ofensiva para movilizar al voto femenino, el único que podía evitar ayer el sonoro correctivo. Pero muchos analistas creen que los duros ataques a Sanders del propio Bill Clinton, con ayuda la exsecretaria de Estado Madeleine Albright, y la escritora feminista Gloria Steinem, han representado una sobreactuación, con aires de ofensa para muchas mujeres jóvenes, que tenía visos de volverse en contra este martes mismo, en los colegios electorales del frío estado del noroeste.

Estados propicios

Frente al objetivo de Clinton era salvar los muebles con una derrota mínima, la perspectiva de una barrida de Sanders en New Hampshire preocupaba sobremanera por la imagen de debilidad que podía representar para su candidatura, incluso contando con que los dos próximos estados en liza, Carolina del Sur y Nevada, son propicios para Clinton.

La otra losa que arrastra la exsecretaria de Estado es cómo hacer frente a las continuas críticas de su rival sobre el dinero que percibió de Goldman Sachs. Primero, por tres conferencias, un total de 675.000 dólares, a razón de 225.000 por cada una. Y, más recientemente, otras cantidades como aportaciones para su campaña. El mensaje que martillea Bernie Sanders una y otra vez, a partir de la idea-fuerza de someter a Wall Street, ha calado extraordinariamente entre los jóvenes.

Ver los comentarios