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Clinton se dirige a sus simpatizantes en un acto en Nueva York - AFP

California catapulta a Clinton y frena la revolución Sanders

La segura candidata demócrata logra un notable cierre de primarias, con la victoria en cuatro de seis estados, entre ellos también Nueva Jersey

Santa Monica (California) Actualizado: Guardar
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California ha vuelto a sonreír a los Clinton. El estado más poblado del país, que el presidente Bill volvió a hacer demócrata tras la fructífera etapa republicana comandada por Ronald Reagan, ha brindado a su mujer, Hillary, un feliz cierre de primarias. Una victoria sobre las encuestas, que habían arrojado hasta un empate técnico los últimos días, y sobre Sanders, que lo había apostado todo a la carta del estado de oro, impulsa a la segura candidata demócrata, la primera mujer que puede presidir Estados Unidos, ante la próxima campaña presidencial. El presidente Obama, que llamó anoche a ambos aspirantes para felicitarles por un largo y disputado proceso de primarias, hizo el resto, con el primer paso para cerrar heridas y unir al partido, condición necesaria (veremos si suficiente) para derrotar a Donald Trump, el presunto candidato republicano. Sin embargo, Bernie Sanders aguantó anoche y eludió reconocer a Clinton como triunfadora del proceso y futura nominada. Va a quemar su último cartucho negociando con el «establishment» un lugar para sus ideales revolucionarios en el nuevo escenario demócrata: regeneración interna del partido e inclusión en una futura Administración Clinton de al menos una parte de las mejoras sociales que plantea.

Bernie Sanders lanzó un órdago y perdió. Como el jugador acorralado que necesita apostar la partida entera para dar la vuelta a una probable derrota, el senador por Vermont se lo jugó todo a California. Una victoria le habría permitido sembrar dudas sobre Hillary Clinton y forzar una convención abierta en la que poder llevar adelante su movimiento socialista, con el que ha obligado a su rival a mover su discurso hacia la izquierda. Pero el arreón final de tres semanas de intensa campaña por toda California no fue suficiente. Después de un lentísimo recuento, cuando las televisiones proyectaron su victoria, la aspirante demócrata llevaba casi 14 puntos de ventaja, escrutado el 63%. Un margen suficiente para consolidar su condición de presunta nominada.

En su comparecencia, el senador autodenominado socialista eligió la estrategia de ganar tiempo y se remitió a las testimoniales primarias de Washington DC del próximo martes, las últimas en el calendario, con un desafiante «la lucha continúa». Sanders se limitó a felicitar a Clinton con un genérico «por las victorias de hoy», pero mantiene las distancias con un «establishment» que ha lanzado a los cuatro vientos el mensaje de que Estados Unidos ya cuenta con la primera mujer candidata a la presidencia del país.

Mayoría incontestable

Pese a seguir cuestionando el triunfo final de Clinton, los datos son incontestables: la exsecretaria de Estado ya no sólo ha alcanzado la mitad más uno necesaria para la nominación gracias a los superdelegados, sino que en delegados (electos), la aspirante demócrata acaba de obtener también la mayoría gracias a la asignación de California. Sin asignar los de este estado, Clinton sumaba ya 2.058 delegados, a menos de un centenar de la mitad más uno, cuando en el estado de oro, que ponía en juego 475, se llevará como mínimo la mitad, es decir, claramente por encima de los 200.

En el último de los Supermartes del proceso de primarias, Clinton también venció en Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur. Sanders obtuvo el triunfo en Montana y Dakota del Norte.

La jornada consolidó también la intervención del «establishment» en apoyo de la candidata demócrata, necesitada de unidad, tras la brecha abierta con Sanders. El presidente Obama dio un importante paso llamando por teléfono y felicitando a ambos aspirantes. En un comunicado, la Casa Blanca, calificó de «histórica» la victoria de Clinton, que «ha inspirado a millones de personas y es una extensión de la larga lucha por las familias de clase media y sus niños». Además, según relata la nota, el presidente Obama también «agradeció a Sanders haber movilizado a millones de personas con su compromiso en la lucha contra la desigualdad económica». La Casa Blanca anunció que Obama recibirá mañana jueves a Sanders, pero precisa que la reunión se celebrará «a petición» del senador. Es de esperar que el representante de Vermont ponga todas sus cartas sobre la mesa en el Despacho Oval.

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