Sanidad

El colegio de veterinarios de Cádiz solicita la reducción del 21% de IVA

El sector desarrolla una campaña de recogida de firmas para pedir que Hacienda los considere un servicio sanitario y reduzca el impuesto al 8%

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Los veterinarios se han puesto en pie de guerra contra el IVA. Un impuesto que, en 2012, tuvo una subida en los servicios veterinarios del 8 al 21%, pasando del tipo reducido al general. Al igual que en el resto de España desde el Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia de Cádiz se lleva a cabo una campaña de recogida de firmas para solicitar al Gobierno central una reducción al tipo reducido común a los servicios sanitarios. Desde el colectivo afirman que tras la implantación del impuesto muchos propietarios de animales de compañía no pueden asumir los gastos habituales de las atenciones básicas para sus mascotas, lo que puede provocar graves consecuencias para la salud pública a través de las enfermedades que pueden transmitirse de los animales a las personas, enfermedades zoonóticas.

El presidente del colegio, Federico Vilaplana, detalla que dicha campaña se realiza por las diferentes clínicas y hospitales veterinarios de la provincia. La intención es presentarlas todas juntas, a nivel nacional, el 15 de junio al Consejo General que posteriormente las trasladará al ministerio de Hacienda. Asimismo, afirma que se han llevado a cabo numerosas reuniones con políticos para intentar solucionar esta problemática, «pero todas estas cosas van demasiado lentas. Tienen que hacer llegar al estamento específico, que pertenecemos al sector sanitario».

El profesional explica que el problema radica en que para muchos aspectos, al sector se le considera sanitario, «menos para Hacienda que no nos considera, es absurdo. Nosotros vacunamos a los perros de rabia porque no queremos que lo cojan, pero principalmente porque no queremos que el ser humano se contagie de rabia, por eso la vacuna es obligatoria ya que es una enfermedad mortal», puntualiza Vilaplana, además incide en que el 80% de los patógenos que se transmite a los humanos son de origen animal, «somos los encargados de evitar que llegue al ser humano, de ahí nuestro lema 'Hygia pecoris, salus populi, la higiene de los animales, la salud del pueblo'».

El presidente del colegio afirma que todas esas precauciones se consideran de salud pública. «Somos la primera barrera para ese tipo de enfermedades, pero sin embargo eso no se contempla a la hora de implantar el IVA», lamenta el profesional.

Vilaplana considera que la subida fue algo desproporcionada y eso ha provocado que muchos propietarios de mascotas dejen de acudir a los centros para poner las vacunas correspondientes al animal, «eso crea un riesgo grande. Ya no solo para el bienestar de los animales sino para las personas».

El profesional alerta sobre el peligro que existe de que pueda producirse un foco de rabia en España. «En Marruecos reconocidos existen entre 200 y 250 casos, si aquí la población deja de ponerle la vacuna se puede dar el caso y entonces sí que será más caro económicamente tratar el brote que el dinero recaudado por el IVA», afirma.

Preocupación en el sector

Por último, destaca que son muchos los veterinarios que acuden al colegio planteando esta problemática ya que también repercute a nivel empresarial y a la hora de fomentar la contratación y el mantenimiento del personal, «es el tema más hablado entre los distintos profesionales de la provincia, ya que debido a esto muchos profesionales han tenido que ir al paro y muchas clínicas y hospitales han reducido considerablemente su personal». En relación a esto, la Confederación Empresarial de Veterinarios de España, (Cava) destacó en una memoria tanto jurídica como económica el riesgo de cierre que existe en más del 40% de las clínicas a nivel nacional, además del aumento en un 6% del abandono de animales desde el incremento del IVA.

Otro profesional como Juan José Ortega, coordinador de las clínicas Ávila también destaca la reducción de la afluencia de personas que acuden a los centros, «si antes solían poner todas las vacunas y tratamientos ahora solo ponen la obligatoria, y eso los que acuden».

Ortega comprende que el incremento en plena crisis no ha ayudado a los dueños de mascota, «yo lo entiendo, las personas priorizan sus necesidades y dar un tratamiento a un animal lo consideran un artículo de lujo pero a la larga puede ser un problema de salud, hay que tener cuidado con todo esto». Además, considera que lo que se realizó fue una medida absurda. «En las atenciones sanitarias como los tratamientos o las vacunas lo subieron al 21%, sin embargo en los piensos, que es alimentación, está en un 10%», concluye.

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