Las frutas de Royal vuelan a China

SAT Royal es una de las dos primeras empresas españolas que han conseguido la autorización para exportar fruta de hueso a China. La otra pionera es la aragonesa Frutaria, con sede en Zaragoza, que cuenta también con filiales en Andalucía, concretamente en Villarrasa (Huelva). La sevillana Royal, cuyas instalaciones centrales se encuentran en San José de la Rinconada, ha enviado ya las primeras partidas de melocotones y nectarinas a la costa oriental del gigante asiático (Shanghai y Hong-Kong) por transporte aéreo. En breve plazo, empezará a exportar pluot (híbrido de ciruela y albaricoque) en barco a este mercado estratégico, adelanta el presidente de la compañía, José Gandía.

«Ya exportábamos a Oriente Medio (Emiratos, Arabia Saudí) y ahora emprendemos la aventura de llegar más lejos; y lo hacemos, por una parte, con arándanos, que es un producto que se consume mucho en esos países, y por otra, con fruta de hueso. El melocotón, la nectarina y el albaricoque tienen que transportarse en avión para que mantengan la calidad y el sabor, y en cambio los pluots, que son extraordinariamente aromáticos y exquisitos, aguantan el viaje por barco», explica el empresario. Vía aérea las frutas llegan a China en dos días, mientras que por mar tardan veinte.

La pasada temporada, SAT Royal produjo y comercializó 30.000 toneladas de fruta de hueso y 7.000 toneladas de arándanos. Su facturación alcanzó los 110 millones de euros, tras un fuerte repunte del 30%. Su negocio se encuentra ya en un 95% en el exterior, especialmente en Europa.

La empresa sevillana ha llegado a un acuerdo para distribuir sus productos a través de la cadena china Pagoda, que tiene 1.400 supermercados y realiza medio millar de aperturas al año. "En China competiremos con los productores de California", señala José Gandía. «Curiosamente, los consumidores asiáticos son muy exigentes. Les gusta la fruta con muy buena presencia porque es una tradición regalarla en ocasiones especiales, igual que nosotros regalamos flores. Quieren calibres muy grandes, pero a lo que más importancia le dan es a que tenga un sabor dulce y mucho aroma».