Volkswagen perdió 1.582 millones de euros en 2015 por el escándalo de las emisiones

Volkswagen ha declarado unas pérdidas netas en 2015 de 1.582 millones de euros, frente a las ganancias de 10.847 millones de euros que obtuvo en 2014, en un ejercicio marcado por la revelación del trucaje de 11 millones de vehículos con motores diésel en todo el mundo para encubrir su cifra real de emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno). El escándalo ha golpeado fuertemente las cuentas del grupo automovilístico, puesto que aunque su facturación aumentó en un 5,4% hasta los 213.292 millones de euros y sus ventas se mantuvieron prácticamente estables (descendieron un 2% hasta los 9,93 millones de vehículos), las fuertes provisiones acometidas para llevar a cabo las reparaciones y hacer frente a las posibles indemnizaciones y multas que deberá abonar ante las miles de demandas de particulares y particulares han decantado la balanza hacia los números rojos.

En una nota de prensa publicada por la compañía automovilística una semana antes de la presentación oficial de los resultados, acto que tendrá lugar el próximo 28 de abril en su sede de Wolfsburgo, Volkswagen ha declarado unos extraordinarios de 16.900 millones de euros, de los cuales 16.200 millones están vinculados directamente a las provisiones por el caso de las emisiones de NOx.

De esta manera, el resultado operativo (es decir, el derivado de la actividad principal excluyendo elementos financieros, así como otros segmentos externos al negocio automovilístico) se situó en unas pérdidas de 4.100 millones de euros en 2015 frente al beneficio operativo de 12.700 millones en 2014. La impronta del «dieselgate» en este parámetro resulta evidente: si se excluye el dinero destinado a compensar a los clientes y a afrontar las consecuencias legales, la relación entre ingresos y gastos habría sido positiva, de 12.800 millones de euros, ligeramente «superior a la cifra del año anterior», explica el gigante automovilístico alemán en el texto.

El presidente del grupo, Matthias Müller, reconoció el daño que ha originado el escándalo por el «software» fraudulento en los balances de la firma. «La actual crisis -las cifras presentadas hoy también lo confirman- está teniendo un gran impacto en la posición financiera de Volkswagen. Ahora tenemos la firme intención y la mente puesta en manejar la difícil situación y para eso estamos usando nuestros propios recursos», aseveró en el escrito, en el que hizo hincapié en que «si no fuera por las considerables provisiones» la empresa estaría «informando sobre otro año de éxito global».

Entrega de dividendo

Ni las pérdidas ni las voluminosas provisiones serán óbice para que el consejo de administración y vigilancia proponga a la asamblea general anual el próximo 22 de junio el pago de un dividendo de 0,11 céntimos de euro por acción ordinaria y 0,17 céntimos por acción preferente.

En relación con el ejercicio 2016, Volkswagen estima que las ventas estarán al mismo nivel que el año pasado, debido, esencialmente, al crecimiento de la demanda en China, aunque advierte de incertidumbre en las condiciones económicas de Suramérica y Rusia, así como en el desarrollo del tipo de cambio y la cuestión de las emisiones. De este modo, el consejo de administración espera que los ingresos por ventas disminuyan hasta un 5%.

«Este año estamos de nuevo operando en un ambiente excesivamente desafiante en el que la demanda mundial de vehículos nuevos está disminuyendo, los tipos de cambio y tasas de interés siguen siendo muy volátiles y la competencia en muchos de nuestros mercados se está intensificando. A esto se añade el problema de las emisiones, cuya extensa aclaración será uno de los ejes de la labor del grupo Volkswagen en el año en curso», explicó el presidente financiero Frank Witter.