Patch, prendas españolas con acento americano

Hasta lograr fundar su propia marca de ropa, Curro Ariza pasó varias décadas trabajando en el sector textil. Durante los años 80 y 90 estuvo presente en importadoras y distribuidoras de marcas internacionales. Con la llegada del nuevo siglo participó en la puesta en marcha de la primera cadena de outlets española. Y finalmente en 2010, con la intención de fabricar y vender sus propios productos, creó un proyecto para ropa de hombre, Patch.

Se trata de una marca inspirada en los básicos americanos. Esta es «una de las principales diferencias de la marca, ya que en España se han desarrollado muchos proyectos donde prima el ambiente británico», asegura Ariza. Además, la empresa pretende ofrecer a sus clientes ropa hecha en España con un carácter personalizado.

Aunque sus productos están fabricados en serie, se amoldan a las distintas morfologías de los clientes en sus talleres. Otra de sus características es el color. «Queremos cambiar a nuestros clientes sin disfrazarlos de mecánicos de Fórmula 1, que se sientan cómodos con patrones clásicos con un toque de color», afirmaAriza. Sus colecciones ofrecen un «look» completo para el género masculino. También han promovido acuerdos con otras marcas, con la intención de que sus clientes «encuentren respuesta a cualquier necesidad de consumo»,. El futuro pasa por Barcelona, donde la marca abrirá dos nuevos centros y un «showroom» donde va a recibir tiendas multimarca para que Patch esté representada en otras ciudades.

Como muchos otros emprendedores, Ariza reconoce que el camino no ha sido fácil: «La sensación que tenemos aquellos que estamos emprendiendo no es de soledad, que ya me parece grave, es que muchas veces tenemos la sensación de que las administraciones actúan contra nosotros... las interminables gestiones administrativas, la falta de ayudas reales y la sangría de impuestos y tasas a las que nos someten hacen que muchas veces trabajemos más en defendernos o en superar esas trabas que en el propio desarrollo del negocio».