El mercado laboral frena la recuperación de la competitividad española

La economía nacional ocupa el puesto 34 de 63 en el «World Competitiveness Ranking», un índice elaborado por el IMD World Competitiveness Center

Madrid Actualizado: Guardar
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Las debilidades del mercado laboral se erigen como una de las mayores amenazas para la competitividad de España. El país, que se sitúa como uno de los más avanzados en materia de infraestructuras y que mejora en estabilidad institucional, necesita abordar «reformas estructurales» y mayor colaboración público-privada para relanzar su crecimiento.

Así lo constata el «World Competitiveness Ranking», un índice sobre competitividad internacional elaborado por la escuela de negocios IMD. El informe sitúa a España en la parte media –puesto 34 de 63– de una clasificación que recoge a los países más competitivos del mundo. Es la misma posición que logró el país en 2016. En esta edición, el ranking está liderado por Hong Kong, Suiza, Singapur y Estados Unidos.

La mayor mejora de España se produce en el apartado de eficiencia del sector público. El país se establece en el puesto número 38 de 63 páises, pero sube nueve puestos con respecto a la edición anterior. El menor riesgo de inestabilidad política tras la configuración del Gobierno, el diferencial de tipos de interés y la estabilidad del tipo de cambio han sido factores determinantes para explicar esta mejora.

España ocupa una gran posición en infraestructuras

El aspecto en el que más destaca el país es en la competitividad de sus infraestructuras. El estudio, que analiza en este punto el grado en que los recursos básicos, tecnológicos científicos y humanos cubren las necesidades de las empresas, sitúa a España en la posición número 26 del ranking.

Estos buenos resultados, sin embargo, no ocultan que en términos generales el país todavía cuenta con importantes lastres. La materia en la que más ha empeorado el país es en resultados económicos (pasando de la posición 30 a la 35). Dentro de este área, las debilidades del país se concentran en la evolución del empleo y la capacidad de adaptación de la economía.

Frenazo al crecimiento

El déficit, la deuda y, sobre todo, el mercado laboral (flexibilidad, burocracia para crear una empresa, la «elevada» contribución de las empresas a la Seguridad Social..) representan los mayores ámbitos de mejora para la economía española, según el índice. Son los factores que lastan la posición de España. Por ejemplo, en materia de empleo el país se establece en la posición número 60.

Con su posición en la parte media de la tabla, España se sitúa a la cola de las grandes potencias europeas. Alemania se sitúa en la posición 13 del ranking, Reino Unido en la 19 y Francia en la 31. Únicamente Italia (44) se establece por debajo.

De esta forma, el país rompe una racha de tres años consecutivos escalando posiciones en el índice. El país tocó fondo en 2013, cuando se estableció en el puesto 45, y desde entonces no había dejado de crecer. En 2007, justo antes del estallido de la crisis económica, el país se estableció en la posición número 30, la mejor hasta el momento.

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