Los inversores temen que la presidenta brasileña opte por las políticas expansivas
Los inversores temen que la presidenta brasileña opte por las políticas expansivas - REUTERS

Brasil planea liberar hasta 15.000 millones de dólares en créditos para impulsar su economía

El Gobierno de Rousseff dará a conocer a empresarios y sindicatos este jueves un plan para sacar al país de su fuerte crisis

Madrid Actualizado: Guardar
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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, podría liberar hasta 15.000 millones de dólares en créditos de bancos que administra el Estado y un fondo de pensiones para ayudar a sacar al país de una profunda recesión, s egún han avanzado este dos altas fuentes del Gobierno.

El Ejecutivo brasileño anunciará los nuevos créditos este jueves, en una reunión de alto perfil con líderes empresariales y sindicales en la que se dará a conocer un plan para sacar a la economía de lo que podría ser su peor recesión en un siglo.

«La cifra general podría llegar a 60.000 millones de reales (15.000 millones de dólares) per o todavía estamos ajustando los detalles», ha afirmado uno de los funcionarios, que no estaba autorizado para hablar públicamente del asunto.

Además, esta fuente ha agregado que «esto no tendrá impacto fiscal. El Tesoro no colocará capital fresco en ninguno de esos bancos».

En diciembre, el Gobierno brasileño canceló deudas por 56.000 millones de reales (13.639.000 millones de dólares) con los bancos BNDES, Banco do Brasil, Caixa Economica Federal --todos administrados por el Estado--, y un fondo de pensión de trabajadores conocido como FGTS.

Nuevas líneas de crédito

Esa liquidez extra será usada para abrir nuevas líneas de crédito a compañías constructoras, agrícolas, exportadoras y productoras de maquinaría y otros bienes de capital, ha detallado el funcionario.

El Ministerio de Hacienda también ha planeado difundir el jueves un estudio sobre varias propuestas para limitar el gasto público en los próximos años, para mostrar el compromiso con la austeridad, tal y como añade una de las fuentes.

De esta forma, el ejecutivo de Rousseff piensa que puede balancear la austeridad fiscal y las nuevas líneas de crédito para reforzar la confianza en una economía que el año pasado perdió 1,5 millones de puestos de trabajo.

Los nuevos estímulos han generado temor entre los inversores a que la presidenta brasileña pueda retornar a las políticas fiscales expansivas de su primer mandato que erosionaron las cuentas públicas de Brasil y costaron al país su nota de grado de inversión.

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