La banca se abre a estudiar fusiones cuando pase la crisis del Covid-19

Las entidades financieras españolas afrontan la pandemia con el ratio de capital más bajo de la UE, aunque mejor preparadas que en 2008

Daniel Caballero

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Carlos Torres, presidente del BBVA , dijo hace dos semanas, sin eufemismos, que el banco incumplirá sus objetivos financieros. «Tendremos que revisarlos, porque los niveles de rentabilidad se verán fuertemente afectados este año y el próximo», comentó en una entrevista en el «Financial Times». Alto y claro, lanzó una alerta de que vienen tiempos difíciles . Puso voz en público a lo que todo el sector piensa en privado. Grandes y medianos afrontan un panorama incierto por el Covid-19. Los planes de negocio previstos son papel mojado y la estrategia pasa por dos fases: supervivencia primero... y después ya veremos, con las fusiones en el aire.

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) lanzó hace dos semanas un balón de oxígeno a los bancos comunitarios al defender que sus fundamentales son sólidos, y que llegan mucho mejor preparados que a la crisis de 2008. Tanto en términos de capital como de liquidez. Son solventes, pero el negocio se resentirá. Sin embargo, dentro de lo bueno, España permanece a la cola para enfrentarse a la recesión. La institución reveló el lunes que las entidades españolas (las 12 que analiza) contaban a cierre de 2019 con el menor ratio de capital ( CET 1 fully loaded , que indica la solvencia) del Viejo Continente: 11,9% frente al 14,8% de la media europea. Solo Kutxabank supera la media (16,9%); y de las no supervisadas, aparece también Banca March con un ratio del 16,5%. Asimismo, el Banco Central Europeo (BCE) alertó en su informe de estabilidad financiera que las pérdidas serán «significativas». En lo que sí han lanzado ambos idéntico mensaje está en el futuro: las fusiones -un aspecto por el que llevan años presionando- serán necesarias a medio plazo.

A medio plazo, no a corto. Fuentes financieras reconocen que la banca ahora está centrada en servir a la sociedad, mitigar la crisis económica y tratar de aguantar el golpe. Los resultados del primer trimestre ya evidenciaron que el panorama no es nada halagüeño. Banco Santander provisionó 1.600 millones; BBVA, 1.433 millones; Caixabank, 400 millones; Banco Sabadell, 219 millones; Bankia, 125 millones... Todos se están armando, a costa de renunciar a registrar beneficios inmediatos.

En la memoria están operaciones fracasadas de estos últimos años como la de Unicaja Banco y Liberbank

La incertidumbre es una de las palabras más repetidas en el sector. Las entidades financieras -al igual que todas las empresas- necesitan certezas, saber a qué se enfrentan. Y, de momento, el Covid-19 es un enemigo que tan pronto parece que se ha ido, como que regresa con más fuerza. El temido rebrote de finales de año mantiene en vilo a la banca. 2020 es un año de ganar en escudos financieros y 2021 el de empezar la recuperación. Pero, en todo caso, los plazos los marcará el devenir de la enfermedad.

Una vez pase definitivamente la emergencia sanitaria será tiempo de pensar el siguiente paso. Fuentes financieras apuntan a que las 12 entidades supervisadas por el BCE podrían quedarse en un solo dígito. No se piensa tanto en grandes fusiones o adquisiciones entre las firmas de mayor tamaño -Santander, BBVA, Caixabank...-, sino que el foco se pone en las que están por debajo esos niveles, la banca mediana.

Escenarios de fusiones

El sector, tal como ha podido saber ABC, se abre a estudiar posibles operaciones para cuando pase el drama del Covid . Todo dependerá de cómo de afectada salga cada entidad, porque ahí pueden surgir dos escenarios de fusiones: unas por obligación, a causa de posibles quiebras, y otras por el sentido económico que tengan y la rentabilidad que le aporten al accionista.

Entre los rumores de operaciones siempre abundan los nombres de Bankia y Banco Sabadell . Y, también, los de firmas como Unicaja, Liberbank, Ibercaja, Kutxabank y Abanca. Precisamente, el presidente de esta última, Juan Carlos Escotet, ha sido quien más se ha abierto en público ante posibles operaciones. El banquero defendió, además del músculo financiero del banco, que ganó 130 millones en el primer trimestre, que su intención es continuar creciendo ya sea con adquisiciones o fusiones. Eso sí, siempre manteniendo Abanca el control de la empresa que se alumbre. Así las cosas, cabe recordar que Abanca ha sido de las entidades más activas en los últimos tiempos con la integración de Banco Caixa Geral y la compra de Eurobic. En la memoria están operaciones fracasadas de estos últimos años como la de Unicaja Banco y Liberbank. Cuando todo parecía avanzado, se terminó por torcer; y sin posibilidad ya de retomarse. Esa opción está cerrada, en la que también amenazaba con entrometerse Abanca.

Amenazas latentes

Más allá de los problemas internos del sector, el Banco de España advirtió recientemente de la amenaza que suponen para el sector las «bigtech», empresas como Amazon, Google, Apple, Facebook ... Lo hizo en un artículo publicado en su revista de Estabilidad Financiera, en el que el autor -Jorge Padilla- señalaba que la entrada de este tipo de empresas en el mercado bancario puede suponer un riesgo para la estabilidad financiera.

Muchos factores a tener en cuenta, pero que se resumen en un aumento de la competencia... y de la presión sobre el sector tradicional, lo cual podría acelerar el proceso de concentración. Este tipo de compañías cuentan con datos de millones de usuarios en sus centros de almacenamiento que hacen de ellas un rival muy a tener en cuenta a futuro.

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