Barclays, primer banco británico acusado de fraude en la crisis de 2008

Los británicos de a pie suelen trasladar muchas veces una pregunta a sus políticos: ¿Cómo es que ningún directivo de un banco ha ido a la cárcel tras los desmanes de la crisis financiera de 2008? Ahora esa cuestión puede tener por fin una respuesta. La oficina antifraude británica, Serious Fraud Office (SFO) acusa a Barclays y a cuatro de sus más altos directivos de «conspiración para cometer fraude» en la inyección de capital que recibió la entidad desde Qatar entre junio y octubre de 2008. Con esos manejos Barclays logró evitar ser nacionalizado, como le ocurrió a sus rivales Lloyds y Royal Bank of Scotland.

Barclays se convierte así en el primer banco británico que tendrá que responder ante la justicia por posibles prácticas delictivas durante la crisis financiera.

Entre los cuatro directivos que comparecerán el próximo 3 de julio en un juzgado de Westminster figura John Varley, que fue desde 2004 a 2011 el consejero delegado de la compañía. Se enfrentan a posibles penas de hasta diez años de cárcel. Las firmas cataríes que participaron en la operación no están encausadas.

Qatar Holding, parte del fondo soberano catarí, y Challenger, una compañía del por entonces primer ministro de Qatar, invirtieron 5.000 millones de libras en Barclays entre junio y octubre de 2008. Posteriormente el banco concedió a Qatar un préstamo de 3.000 millones de libras. Esa rueda extraña del dinero levantó las sospechas de la agencia antifraude, que investiga el caso desde agosto de 2012. La acusación que se ha formulado es conspiración para cometer fraude y proporcionar asistencia financiera ilegal durante la crisis bancaria de 2008.

El juicio supone un varapalo para la reputación del banco, que ya afrontaba algún otro litigio polémico. Barclays se ha limitado a manifestar que está «considerando su posición en relación a estos hechos».