La póliza del coche se encarecerá por la falta de rentabilidad de las compañías

La guerra de tarifas en las pólizas de automóviles librada en los últimos años por las aseguradoras empieza ahora a pasarles factura. La recuperación económica y la caída del precio del petróleo están provocando un mayor uso del coche y por tanto más accidentes de tráfico. Además, el nuevo baremo para fijar la compensación a los lesionados incrementará a partir de enero las indemnizaciones. Algunas compañías, tras haber tirado los precios de sus seguros desde 2008, no son ahora capaces de cubrir el nuevo nivel de gastos con los ingresos actuales. Por tanto, y según señalan a ABC desde el sector, las aseguradoras en esa situación tendrán que subir de forma inminente el precio de sus pólizas.

La voz de alarma la dio el pasado julio el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, al advertir de que algunas aseguradoras del ramo operan ya en pérdidas técnicas.

Esto se mide por la ratio combinada, que compara lo que una compañía gasta en indemnizar a sus asegurados y en costes generales con lo que ingresa por las pólizas que pagan sus clientes. Cuando esa ratio está por debajo del 100%, por ejemplo en el 80%, indica que la compañía gasta en siniestros 80 euros de cada 100 que cobra a sus usuarios; es decir, tiene un margen de beneficio de 20 euros. Sin embargo, cuando supera el 100% indica que no genera negocio suficiente para atender esos costes.

La ratio combinada del ramo del automóvil superó ya en marzo el 100% (ver gráfico). Los datos son aún más alarmantes en el caso de las coberturas obligatorias, pues ese indicador se sitúa ya en el 103,7%, según datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).

"El mercado tendrá que actuar y reaccionar; la evolución natural de las compañías que están con esas ratios por encima del 100% será de incrementos de primas", explicó Huertas. Los datos del regulador señalan además que esa situación es más crítica en las mutuas, cuya ratio combinada en seguros obligatorios es ya del 108,2%, que en el de las sociedades anónimas (103%).

El estallido de la crisis llevó a muchos asegurados a abandonar el coche y anular su póliza o a reducir coberturas, pasando de una todo riesgo a otra a terceros. Ante un mercado a la baja, las compañías entraron en una guerra de precios: para mantener a sus clientes o "robarlos" a la competencia, congelaron las tarifas o las redujeron. La prima media bajó desde 2008 un 19,85%, de 428 a 343 euros, un 25% desde 2004. Las compañías se lo podían permitir porque el menor uso del coche redujo la siniestralidad y las indemnizaciones. El ritmo de caída de los ingresos fue paralelo: se redujeron un 21,5%, a 9.524 millones, según el regulador.

La reforma del baremo, clave

Los datos de los dos últimos trimestres indican ya un tímido incremento de la facturación. Al mismo tiempo, la recuperación económica y del consumo y la caída de los precios de los carburantes han supuesto un aumento de las ventas y matriculaciones de vehículo, del uso del automóvil y de los desplazamientos de larga distancia y, consecuentemente, de la siniestralidad.

En 2014 se registraron 42.000 accidentes más que en 2013, según un estudio de la Fundación Mutua Madrileña. Y en los seis primeros meses del año se produjeron 892.540 accidentes leves, un 2,9% más, según cifras del Centro informático de compensación de siniestros (Cicos), lo que provocó un incremento del 2,8%, hasta los 1.574 millones de euros, en las indemnizaciones pagadas por las compañías.

"Si se mantiene la tendencia de aumento de la siniestralidad, es muy probable que algunas compañías del mercado tengan que recurrir a subir las primas de sus seguros de automóvil", señalan desde Mutua Madrileña, indicando que en su caso absorberán ese impacto en su cuenta de resultados "en la medida de lo posible". Por si fuese poco, el Gobierno aprobó hace un mes una reforma del sistema de valoración de daños y perjuicios a las personas en accidentes de tráfico, el llamado baremo, que entrará en vigor en enero de 2016. El nuevo método de cálculo, en la práctica y según cálculos del sector, supondrá un alza de cerca del 15% en las indemnizaciones.

"La aprobación del baremo y el posible aumento de la siniestralidad podrían poner en aprietos a alguna aseguradora, especialmente a las más pequeñas y a las que operan con márgenes más ajustados", señala a ABC el director de gobierno corporativo de Línea Directa Aseguradora, Francisco Valencia, quien como Mapfre y Mutua asegura también estar preparada para digerir el impacto sin subir las primas.