El reto de gestionar una deuda pública de 1,03 billones de euros

Los expertos creen que la clave de la gestión de la deuda pública está en apuntalar el crecimiento conteniendo el gasto

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Seis años de dura crisis, hundimiento en picado de la recaudación, aumento del gasto en prestaciones por desempleo y varios rescates bancarios han pasado una elevado factura a España, que antes o después habrá que pagar. Nuestro país cerró el año 2014 con una deuda de 1.033.958 millones de euros, lo que supone en torno al 97% del PIB, según datos del Banco de España publicados esta semana por la entidad central. El actual escenario de tipos de interés en mínimos históricos endulza semanalmente las subastas del Tesoro, pero la posibilidad de que a medio plazo el precio del dinero comience a subir empieza a atormentar ya a algunos economistas. ¿Puede España soportar una deuda de 1,03 billones de euros?

La clave está en el crecimiento.

«Las deudas hay que pagarlas, esto es incuestionable. Lo que hay que hacer es crecer para poder afrontar los pagos», asegura Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (Afi) y Catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid. La sostenibilidad de la deuda pública depende de tres factores: el nivel de endeudamiento, su coste y el ritmo de crecimiento del país. «Si España consigue crecer durante una década a un ritmo medio del 3%, no debería haber mayor inquietud», asegura Ontiveros.

Años creciendo al 3,6%

Durante los once años que finalizaron en 2007, justo antes de que estallara la burbuja de las hipotecas «subprime» en Estados Unidos y se desencadenara después la crisis del euro, España creció a un ritmo medio del 3,6%. La deuda pública se situaba entonces en el 36% del PIB. Desde entonces, el endeudamiento no ha dejado de crecer año a año y casi se ha triplicado, pasando de los 436.984 millones de euros (el 40% del PIB en 2008) a los 1.033.958 millones de 2014 (el 97%).

Para Ángel de Fuente, director de Fedea, «hemos llegado a unos niveles preocupantes». Por ello, la contención del gasto público debería seguir siendo una constante en la política de los próximos gobiernos de España. «Si la recuperación se afianza, el ratio de deuda con respecto al PIB se irá rebajando poco a poco, pero si volvemos a recaer la situación se complicará. Por eso es muy importante mantenerse firme en las medidas de control del gasto», insiste De la Fuente. ¿Y cómo encaja el auge del populismo en este escenario? «La negociación con Europa que está llevando a cabo el nuevo gobierno griego está afectando sólo al ámbito político, las tensiones no se están trasladando a los mercados. No veo riesgo de que se contagie todo el sistema», afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi. «La protección del BCE está siendo fundamental y esta red va a seguir estando disponible», matiza Campuzano. «Hay que trabajar para pagar las deudas, controlar los gastos y cruzar los dedos», zanja De la Fuente.

Principales riesgos

Estos son algunos de los retos con que se enfrenta la sostenibilidad de la deuda pública en España.

1.-Relajar el ajuste fiscal

La cercanía de las elecciones puede hacer que los gobernantes caigan en la tentación de relajar las políticas de contención de ajuste fiscal. O que los partidos políticos prometan en sus programas electorales medidas que supongan un mayor gasto. Los economistas advierten, sin embargo, de que la contención en el gasto debe seguir siendo uno de los pilares fundamentales de la política fiscal española. Porque si hay una premisa básica en las relaciones económicas, una regla inquebrantable, es que las deudas que se han contraído hay que pagarlas.

2.- Nuevas tensiones en las Bolsas

La calma que se vive ahora en los mercados financieros ha permitido a España respirar financieramente hablando. Sin embargo, la posibilidad de que un cambio radical en la política económica implantada en los últimos años o un terremoto en el escenario político podría dar al traste con la confianza que se había ganado el país entre los inversores. Los economistas aseguran que neutralizar el miedo que podría generar una apuesta por medidas populistas sería una ardua tarea, incluso teniendo en cuenta la existencia de la artillería del Banco Central Europeo.

3.- Normalización de la política del BCE

Europa vive actualmente en un escenario de tipos de interés en mínimos históricos. Un escenario que antes o después cambiará, una vez la recuperación se haya consolidado. El periodo de tiempo hasta que ese momento llegue debería ser utilizado para aligerar la carga de la deuda, aseguran los expertos. Porque el volumen de intereses que habrá que pagar después será mucho mayor y podría llegar a lastrar el crecimiento económico del país. Por ello los economistas abogan por aligerar ahora al máximo el peso de la carga financiera ahora antes de que el escenario de tipos bajos cambie.

Ver los comentarios