Los vehículos de ocasión se han convertido en la primera opción para muchos consumidores
Los vehículos de ocasión se han convertido en la primera opción para muchos consumidores - abc

Diez consejos a tener en cuenta antes de comprar un coche de segunda mano

Hay que pensar bien qué necesitamos y cuál será el uso que el demos al vehículo para evitar sorpresas, según recuerdan desde Kelisto.es

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Para ayudarte a tomar la decisión a la hora de comprar un coche de segunda mano, desde Kelisto.es te explican cuáles son los principales aspectos que debes tener en cuenta antes de adquirir un vehículo usado. La portavoz de seguros de Kelisto.es, Celia Durán, asegura que «en los últimos años, el precio se ha convertido en un aspecto primordial a la hora de adquirir productos y servicios».

«Por este motivo, los coches de segunda mano han incrementado sus ventas hasta convertirse en la primera opción para muchos consumidores. Sin embargo, comprar un coche usado no es sencillo y es necesario prestar atención a numerosos aspectos antes de tomar la decisión para evitar sorpresas futuras», añade Durán.

1. La elección del coche

Parece una obviedad, pero es muy importante tener las cosas claras antes de decantarse por uno u otro modelo. Es el punto de partida y merece la pena pensar bien qué necesitamos y cuál será el uso que el demos al vehículo para evitar sorpresas del tipo “gasta más de lo que puedo asumir, es muy incómodo en viajes largos, no caben las maletas de toda la familia, etc.”.

Algunas de las preguntas que debes hacerte son: ¿diesel o gasolina?, ¿dos, tres o cinco puertas? ¿dinámico o confortable?, ¿sólo para carretera o también para escapadas al campo?, ¿manual o automático?... Hay cientos de opciones, diseñadas para dar respuesta al día a día de casi cualquier conductor. Mejor invertir tiempo en esta fase previa para dar en el centro de la diana y evitar arrepentimientos.

2. ¿Particular o concesionario?

Una de las preguntas clave es si es mejor acudir a una empresa especializada o directamente a un particular. En este último caso es fácil hacer un barrido en internet para encontrar numerosas opciones y, con toda probabilidad, a mejor precio. Los concesionarios suman un margen para hacer negocio, que supone un pico extra sobre la cantidad que suele fijar un particular. Desde este punto de vista, parece mejor recurrir a la venta directa.

El problema es que los vehículos usados a veces esconden defectos, que salen a la luz poco tiempo después de ser adquiridos. En este caso es mejor estar amparado por una empresa especializada, ya que lo más probable es que se haga cargo de la reparación, atendiendo a la garantía que debe ofrecer a sus clientes. Con un particular todo cambia, ya que es más fácil que se desentienda y que haya que recurrir a los tribunales, con todo lo que esto conlleva.

3. Olvida las prisas

Cuando te intereses por un coche de segunda mano, su dueño muchas veces dirá que hay alguien a punto de comprarlo y que o te decides rápido o es probable que te quedes sin él. Es probable que esto no siempre sea cierto.

Tampoco te dejes llevar porque las vacaciones están a la vuelta de la esquina y te vendría genial estrenar tu nueva adquisición. Ser racional en estos casos es fundamental para que la compra no se vea condicionada. Hay que tener las cosas bien claras antes de tomar la decisión.

4. Conocer la vida del coche usado es importante

Siempre es interesante que el vendedor sea un conocido, ya que le costará menos admitir posibles defectos que tenga el vehículo. Si no, es más complicado obtener una información fiable. En cualquier caso, hay que ser inquisitivo y preguntar todo, absolutamente todo.

Tiene que quedar constatado, de alguna manera, cómo se ha usado hasta la fecha, cuántos dueños ha tenido, si ha habido golpes menores o accidentes de cierto alcance, e incluso el historial de revisiones que ha pasado. Un dueño serio debe poder aportar esta información de manera contrastada; en caso contrario, es mejor desconfiar.

5. El fraude de los kilómetros

Según un informe del RACC (Real Automóvil Club de Cataluña), al 12% de los coches del mercado de segunda mano se les ha manipulado el cuentakilómetros, cifra que aumenta hasta el 30% cuando se trata de vehículos importados. Si tenemos en cuenta estos datos debemos tener cuidado porque existe una alta probabilidad de que nos engañen.

Un simple dispositivo portátil sirve como máquina del tiempo para los estafadores que, en muchos casos, venden automóviles con más vida a sus espaldas de la que hacen creer al comprador. Por este motivo hay que fijarse en el libro de mantenimiento o en la documentación de la ITV (Inspección Técnica de Vehículos), donde aparecen reflejados los kilómetros de cada revisión. Esto hace que sea más fácil detectar cifras sospechosas. Otra pista nos la puede dar el desgaste de ciertos elementos como los pedales, el volante o la tapicería. Si es elevado, casi con total seguridad el coche tendrá un kilometraje alto, por mucho que nos digan lo contrario.

6. Quizá no seas mecánico, pero...

Es necesario revisar ciertos aspectos básicos, como por ejemplo:

Los neumáticos. Las rajas o grietas apuntan a un uso indebido o a cierta vejez, un desgaste irregular indica que el coche no pisa bien; la fecha de fabricación deja claro cuánto tiempo tienen (en muchos casos no coincide con lo que dice el vendedor); si los flancos están deformados quizá se deba a que el coche ha estado parado un largo tiempo con las ruedas desinfladas.

Los frenos. Es importante comprobar la eficacia de la frenada, así como el tacto del pedal y el estado de discos y pastillas, porque las averías del equipo de frenos no son precisamente baratas.

La corrosión. Es el gran enemigo de las partes metálicas. Conviene revisar, palmo a palmo, la carrocería, las juntas y los bajos para ver si hay zonas afectadas por el óxido. Suelen estar especialmente afectados los vehículos que se han movido por países lluviosos o lugares costeros, donde la humedad está siempre presente.

La suspensión. Prueba a aplicar presión sobre el capó, justo encima de una rueda, y observa cómo se comportan los amortiguadores. Si el coche rebota más de una vez hasta estabilizarse, la suspensión está muy gastada. En este caso, tocaría cambiarla si quieres conducir con total seguridad. Quizá sea un buen momento para rebajar el precio o para pedirle al vendedor que se haga cargo de la sustitución.

Los cristales. ¿Tienen golpes o fisuras?, ¿están rayados?, ¿funciona el mecanismo de los retrovisores? Todo esto es muy fácil de ver en un instante.

7. La documentación

Tras revisar todos los pasos anteriores parece que se acerca el momento de la compra. Ese coche de segunda mano que tanto has analizado, sin duda, encaja con tus preferencias. ¿Qué toca ahora? Otro básico: comprobar que toda la documentación está al día. Es momento de saber si el dueño anterior está al corriente con el pago del impuesto de circulación, con la ITV e incluso con las posibles multas o embargos que pudiera arrastrar. Esto se puede saber haciendo una consulta a la Dirección General de Tráfico.

8. Probar el coche es fundamental

No admitas un “no” por respuesta. Bien sea con el propietario o bien solo, pero debes darte una vuelta, a poder ser larga. Es el momento de comprobar cómo funciona el motor, cómo se comportan el chasis y los frenos, si hay ruidos extraños y si toda la parte eléctrica hace su papel correctamente. También hay que fijarse en los testigos del cuadro de instrumentos, ya que quizá pueda haber alguno encendido que indique cierta avería. En el caso de que no te consideres suficientemente experto como para saber si todo lo anterior está en orden, estás en tu derecho de pedir que algún especialista de confianza lo haga por ti.

9. El precio

Una vez examinado el coche de segunda mano a conciencia hay que ver si el precio planteado es justo. Quizá hayan aparecido defectos que, de no ser asumidos por el vendedor, supondrían un gasto extra. En cualquier caso, existen listados de tasación como el que ofrece la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM), en el que se puede ver un baremo de precios para cada vehículo. Para conocerlo hay que aportar: la fecha de primera matriculación y los datos exactos del coche (marca, modelo, combustible, motor, potencia, versión, acabado).

10. La compra

Llega el momento de rematar. La decisión está tomada y hay que firmar el contrato de compraventa por ambas partes. En el caso de haber entregado una señal, exige un recibo de la misma. También debe figurar en el contrato la forma en que se realizará el pago del coche. Todo esto es fundamental para evitar problemas posteriores. En cuanto a la garantía, si bien no es exigible en una compraventa entre particulares, debes saber que el Código Civil establece que el vendedor ha de responder durante un periodo de seis meses de los posibles vicios ocultos que el vehículo pueda esconder en el momento de la compra, aunque no los conociera.

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