Márquez y Rossi se citan en Alemania

Se rozaron, se empujaron, se estorbaron. Ganó Rossi, perdió Márquez. Y la batalla de la última curva de Assen continuó con palabras. Todavía hoy, quince días después, a las puertas del Gran Premio de Alemania, el siguiente capítulo en el que ambos protagonistas están condenados a encontrarse. «Una vez más, Valentino ha sido el más listo», lanzaba el español. «Cuando dice que ha aprendido de mí, no sé si tomármelo como un halago o como un palo por el culo», contratacaba el italiano. Y así... Sachsenring.

Donde uno sigue líder, y el otro sonriendo a contracorriente porque las sensaciones han mejorado, pero hay una brecha demasiado grande a estas alturas de curso para iniciar la remontada.

«Tenemos que sacar una valoración muy positiva e incluso con el segundo puesto estaba muy, pero que muy contento, después de dos carreras cayéndome volvía a luchar por la victoria», afirmaba Márquez. «Es difícil -que pueda luchar por el título-, pero no está fuera, porque puede empezar a ir fuerte cada domingo y recuperar muchos puntos», no se fía Rossi. Y así... Sachsenring.

Un circuito en el que ninguno se siente especialmente cómodo. Ni Márquez, ni Rossi ni mucho menos Jorge Lorenzo, el verdadero rival de Il Dottore en seria pugna por el título de MotoGP, oculto de los focos que siempre buscan la discordia. «Es complicado y pequeño, hay que pilotar de manera un poco distinta, tiene curvas largas... Además, el clima cambia bastante y eso dificulta mucho las cosas. Para mí es difícil. El año pasado no fui lo suficientemente rápido para llegar al podio», recordó Rossi. «No creo que este sea un circuito que a ningún piloto le guste especialmente, no es un trazado bonito, pero siempre se me ha dado bien e intentaremos, si puedo, hacer un buen fin de semana. La Honda parece que trabaja pero este año no me atrevo a decir lo que puedo optar porque cada fin de semana es un mundo», confesaba Márquez. «En los 12 años que llevo en el Mundial nunca he ganado aquí ni en Austin. Nunca es demasiado tarde para ganar y es lo que voy a intentar. Es importante estar bien desde los primeros entrenamientos para coger buen ritmo y que no haya problemas en ningún sector del circuito», advertía Lorenzo, a diez puntos del líder, su compañero de equipo.

Es la última carrera antes del parón veraniego. Y es, por historia, una carrera definitiva. Desde 1998, quien salió líder de Alemania conquistó el Mundial. «Será difícil porque tendría que ganar y que Rossi quedara cuarto. Pero nunca se sabe, este año están pasando cosas raras y podría ser la vez buena. Las prestaciones de la moto son mejores y podemos mejorar los resultados de los últimos años», aseguraba el balear, que se siente cómodo sin los focos, espectador de lujo de una batalla en la pista y dialéctica entre Rossi y Márquez que continúa este fin de semana en Sachsenring.