Ona Carbonell y Gemma Mengual
Ona Carbonell y Gemma Mengual - EFE
Río 2016 | Sincronizada

España, fuera del podio por primera vez desde Atenas 2004

Mengual y Carbonell firman un gran ejercicio, pero no es suficiente para remontar a Ucrania y Japón

Río de Janeiro Actualizado: Guardar
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Vibrante y con mucha más definición que en los días precedentes, Ona Carbonell y Gemma Mengual se llevaron una gran ovación al terminar su actuación. Una coreografía flamenca con la que intentaron apasionar a unos jueces con las ideas muy claras. Y esas eran, bajar a España del podio por primera vez desde Atenas 2004 en favor de Japón. Como ya había previsto Mengual el día anterior. Y aunque terminaron cuartas, con 94.1333 puntos, en el cómputo global también Ucrania se quedó por delante.

Un doble decepción porque al frente de las ucranianas está Anna Tarrés, mentora de Mengual y descubridora de Carbonell. SIn embargo, también pueden irse con una cierta satisfacción, y es que su ejercicio ha sido el mejor de los últimas competiciones.

Les penalizó la parte técnica, pero brillaron en la artística.

No fue suficiente para superar a Ucrania, tampoco a Japón, que se cuela en el podio olímpico después de años buscando la perfección. Su rutina tenía más ejercicios atrevidos y supieron mantener el nivel de ejecución. Es el nuevo orden de la sincronizada, de la que España sale perdiendo y con la obligación de encontrar alternativas para el nuevo ciclo olímpico que hoy mismo empieza.

Gemma Mengual deja la puerta abierta a continuar, aunque admite que ahora lo que necesita son unas buenas vacaciones. Carbonell, con 25 años, tiene todavía ganas de dar lo mejor de sí misma. «Fue subcampeona en el Mundial de Kazán y tiene todavía mucho margen para mejorar», admitió Ana Montero, directora técnica de la federación.

Las dos protagonistas se mostraron satisfechas con su trabajo. «Nos hemos vaciado y hemos sido capaces de emocionar al público, que también era uno de los objetivos», explicó Carbonell. Mengual incluso tuvo que dejar de hablar porque para ella ha sido un año mágico con su vuelta a la competición. «Y con mis hijos viéndome desde la grada. Ha sido muy emocionante. Y que las rusas pensaran que el dúo español tenía posibilidades todavía nos ha hecho salir con más fuerza a la piscina. Si ellas que están allá arriba lo piensan, pues vamos a ello», sentenció.

Pero no fue suficiente. España, que quedó cuarta en Atenas 2004 y se mantuvo al acecho de las rusas en Pekín 2008 y Londres 2012, ceden su privilegiada posición a japonesas y ucranianas.

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