Insultos y amenazas a un árbitro de 16 años que ve como agreden a su padre

El fútbol base vuelve a ser noticia por motivos desagradables. Y es que el pasado sábado, el trío arbitral que dirigía el partido infantil entre CD Escuela Bahía San Fernando y al Sporting Conil en el campo de fútbol Gómez Castro de San Fernando tuvo que soportar un nuevo episodio de violencia. El árbitro, de tan solo 16 años. El hecho ha sido denunciado por el Sindicato de Árbitros.

Otra vez, la policía tuvo que intervenir en un partido de niños después de que se presenciara una batalla campal. «Tras un partido tenso, con insultos y amenazas desde la grada al trío arbitral, con un árbitro de tan solo 16 años, y con la expulsión por insultos del delegado local, el final del partido desembocó en una trifulca entre padres que acabó con la intervención de la policía y, al menos, un herido de consideración que resultó ser el padre del colegiado», denuncia el colectivo arbitral.

El padre del árbitro, menor, sufrió una agresión al salir al paso de las descalificaciones que tuvo que escuchar desde la grada. «Trató de defender a su hijo de los insultos y amenazas que otro adulto estaba vertiendo contra su hijo y, al zanjar la discusión y querer irse, la otra persona le golpeó por la espalda mandándolo contra el suelo».

El progenitor del árbitro tuvo que ser hospitalizado, como prueba, el sindicato ha aportado el parte médico en el que se puede leer: «Dolor e impotencia funcional a la movilización del MSD, asimetría en ambos hombros, dolor y crepitación a la movilización de hombro derecho y fractura del tercio superior de la clavícula derecha con desplazamiento óseo».

El acta del partido, correspondiente a la Cuarta División Andaluza Infantil, apunta claramente al delegado del equipo local que fue expulsado por insultar a los colegiados y dirigirse a ellos en los siguientes términos: «Sinvergüenza, os habéis cargado el partido».

En el apartado de público se reflejan varias consideraciones: «Durante el encuentro, tanto yo como mis asistentes, recibimos varias amenazas de muerte e insultos de todo tipo como: Muérete cabrón, no valéis una mierda». También añade que «tras intercambiar varios insultos graves, dos individuos, seguidos de varios más, empezaron a liarse a puñetazos, rompiendo incluso un banderín de esquina durante la trifulca y siendo necesaria la intervención de la policía», recoge el colegiado en el acta del partido.