Eurocopa 2016

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Isla de Ré

Ostras, bicicletas y viñedos en el refugio de España

La selección disfruta de la paz de la Isla de Ré, que recibe al equipo y a los periodistas con los tópicos del toro y el flamenco

A la antigua fortaleza militar y prisión de alta seguridad de la Isla de Ré se llega por un puente de dos kilómetros de largo que la une con el continente a través de La Rochelle. Justo antes de acceder al mismo, en la que es la única entrada terrestre a esta pequeña superficie aislada de 85 kilómetros cuadrados, tres enormes carteles decorados con los colores de España, y en los que aparecen una flamenca con un balón de fútbol y un torero pasado de años, dan la bienvenida a la selección. Francia tira de tópicos para recibir a la campeona en un lugar apartado, ajeno al mundanal ruido y convertido en los últimos años en uno de los destinos vacacionales más solicitados por el turismo galo.

La isla en sí cuenta con una población cercana a los 20.000 habitantes y está dividida en nueve departamentos. El más grande, y el que hace de capital, es Saint-Martin de Ré. Situado al norte, en él se encuentra el complejo deportivo Marcel Gaillard, donde España realizará sus entrenamientos. Todos, salvo uno, a puerta cerrada y libres de miradas ajenas.

Saint-Martín es la población más turística y la que mayor oferta de ocio ofrece al visitante, con una importante tradición gastronómica en la que la estrella es la ostra. De ambiente más joven, poco tiene que ver con Sainte-Marie de Ré, la localidad donde se ubica el Hotel Atalante, hogar de la selección durante la Eurocopa. Sainte-Marie se encuentra al sur, cerca del puente de acceso. Se trata de un pueblo pequeño, de no más de 2.000 habitantes, plagado de casas bajas pintadas en blanco y con ventanas de colores en las que resulta visible el paso del tiempo. Su cariñosa acogida ha sido visible en forma de decenas de banderas españolas en balcones y edificios oficiales. Rodeada de viñedos, presume de tener el mejor clima de la isla. Tal vez por eso se ha convertido en uno de los destinos preferidos para una tipología determinada de turistas, donde la mayoría supera los cincuenta años. No se ven bares o discotecas, o al menos pasan desapercibidos, aunque sí se aprecian algunos (pocos) restaurantes. Pero quien acude a este lugar lo que busca es paz y tranquilidad, a ser posible subido encima de una bicicleta.

Un hotel a medida

Ese es el ambiente que Vicente del Bosque y los dirigentes de la Federación eligieron como campo base para preparar el asalto a la tercera Eurocopa consecutiva, un balneario de cuatro estrellas situado dentro de un terreno privado de 500 hectáreas entre el mar y los viñedos. Fue la selección alemana la primera en fijarse en este oasis de tranquilidad, pero al final los germanos se decantaron por Evian, junto al lago Leman, y España pudo quedarse con su primera elección. El hotel ya recibió en otras ocasiones a la selección francesa sub 21 y al Mónaco.

El hotel cuenta con todas las comodidades necesarias para acoger a la expedición española: camas tamaño «king size», conexiones a internet de alta velocidad, gimnasio, cinco salas de reuniones y acceso directo a una playa enorme y rodeada de vegetación. El hotel tiene dos joyas, un restaurante con dos estrellas Michelin dirigido por el chef Arnaud Thiry, y un centro de talasoterapia considerado el mejor de Francia, un espacio de 1.800 metros cuadrados con piscina de agua de mar climatizada, chorros subacuáticos, saunas, baños de vapor y un solarium. El precio medio ronda los 120 euros.

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