En cualquier rincón de Francia, hay banderas o guiños a la selección, ilusionado el país porque la Eurocopa está a tiro de piedra. La ruta le lleva ahora a Alemania, partido de alto voltaje en Marsella (21 horas, Tele5 y ABC.es) con un cara a cara desfavorable (3-1 en duelos oficiales para los germanos), recientes las lágrimas bleus por el chasco en Maracaná de hace dos años contra el mismo rival al que se miden hoy en Marsella. A esta Francia le mueve la pasión y ahora hay sonrisas en un vestuario siempre en combustión, alterado en el inicio porque aún coleaba el caso Benzema. Casi un mes después del debut, nadie se acuerda del madridista y buena parte de culpa la tiene Olivier Giroud, que junto a Griezmann ha asumido la responsabilidad del gol.

El jugador del Arsenal lleva ya tres, reconciliado con su gente después de un inicio complicado. En pleno ajetreo, y con los políticos tomando partido sobre la exclusión de Benzema, Giroud tuvo que cargar con el asunto como si tuviese algún tipo de responsabilidad. «¡Lesiónate!», llegaron a gritarle a la llegada de Clairefontaine, el campamento de Francia. Después de una puesta en escena discreta, tuvo que gestionar también las críticas, siempre recurrentes cuando un delantero no marca.

«Aunque me pitaran con anterioridad, no tengo ningún sentimiento de desquite hacia la afición. Es siempre agradable ser ovacionado, pero insisto, no hay sentimiento de desquite por los pitidos», defiende Giroud. En 53 tardes con Francia, lleva ya 20 goles, mejorando las cifras que el propio Benzema tiene con su país (27 en 81). Hoy tendrá enfrente a Manuel Neuer, que únicamente ha recibido un tanto en el campeonato y que fue decisivo en la tanda de penaltis contra Italia. «Neuer es un buen portero y es un jugador clave en Alemania, pero yo ya le he marcado algunos goles. No es un muro infranqueable», advierte Giroud.

Será titular junto a Griezmann (cuatro tantos) y a Payet, indiscutibles los tres en el esquema de Deschamps. Con todo el país pendiente, el seleccionador sensibiliza al personal. «Nadie puede cambiar la historia, pero hay muchos capítulos por escribir. Esta página de la historia está en blanco y los jugadores deben llenarla». Alemania ya ha escrito muchas, aunque debe gestionar las numerosas bajas. Löw no puede contar ni con Hummels, ni con Khedira, n i con Mario Gómez.