El gol más irrespetuoso visto en un estadio de fútbol

No es un gol inédito. Quien haya disputado o presenciado pachangas futboleras con los amigos seguro que lo ha visto en alguna ocasión. El delantero se queda solo ante la portería rival, los rivales dan la jugada por finalizada, salvo extrañísimo accidente, con el gol en contra, y el atacante se recrea parando el balón sobre la línea y marcando con el tacón o con la cabeza.

El problema de Herman Koré, jugador del Concarneau francés, es que lo hizo en un partido oficial, con la Copa de Francia como marco, y en una jugada que suponía el 2-0 en contra para el Voltigeurs Chateaubriant.

Los visitantes perdían por un gol cuando su guardameta decidió arriesgarse a subir al área contraria para buscar el remate que igualara la eliminatoria.

Pero la jugada se embarulló y terminó con Koré corriendo solo hacia la meta contraria perseguido solo por el arquero rival.

Lo más curioso es que el portero se rinde cuando la carrera no era tan clara a favor del delantero, quizás pensando que éste podía resolver la jugada en cualquier momento con un disparo a puerta vacía.

Cosa que el atacante del Concarneau aprovechó para recrearse en el tanto. Pisó la pelota al llegar a la línea de gol para agacharse e introducirla en la portería con la cabeza. Algo que ya de primeras le costó un «toque» por parte del meta del Voltigeurs.

Pero la cosa se puso aún peor, pues mientras el delantero lo celebraba con sus compañeros poco a poco comenzaron a meterse en el festejo jugadores rivales para increparle por su chulería. Afortunadamente la sangre no llegó al río.