Abidal durante la entrevista con ABC
Abidal durante la entrevista con ABC - INÉS BAUCELLS
ENTREVISTA

Eric Abidal: «En el fútbol es difícil ser humilde»

El exfutbolista del Barcelona, que derrotó al cáncer, habla para ABC del respeto en el deporte y en la vida

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La energía positiva que transmitía como futbolista se multiplica en la distancia corta. Fue un ejemplo sobre el campo y lo intenta ser ahora que está retirado. Eric Abidal (Lyon, 11 de septiembre de 1979) recibe a ABC en la sede que tiene su fundación en Barcelona, desde donde intenta ayudar a niños enfermos de cáncer y a sus familias a partir de su experiencia. Para él, la enfermedad ya forma parte del pasado. «Estoy de puta madre», repite entre risas.

-«Todo empieza hoy» es el eslogan de su fundación, ¿por qué?

-Porque yo creo que con lo que he vivido cada día es una lucha y una lucha diferente. Cada día cuando te levantas de la cama te dices: «Hoy otro día, la lucha empieza otra vez».

-¿Qué hace su fundación?

-Es una entidad para ayudar a niños y jóvenes enfermos de cáncer, pero también a las familias porque ellos, alrededor del paciente, sufren mucho. Nosotros intentamos, sobre todo a nivel de deporte, ayudar, enseñar valores, a compartir cosas a través del deporte, y dar cierta dirección al niño para seguir creciendo en la vida.

-¿Cómo se puede ayudar en estos casos?

-A nivel de psicólogos, porque el niño sí que está muy bien cuidado en el hospital, pero los padres un poco menos. Es muy importante explicarles el problema del niño, el camino que puede tener, las vallas que tiene que saltar, las dificultades que tiene que afrontar, conseguir que el estrés de los padres sea menos cada día y poner un espacio para que ellos puedan desconectar, porque cuidar a un enfermo es un trabajo de 24 horas al día y al final, con el estrés y el tiempo pasado al lado de su hijo, se cansan.

-¿Ha cambiado Abidal después de la enfermedad?

-No, sigo ayudando a mi manera, sigo viviendo del mismo modo. Hay algunos detalles que sí cambian, como disfrutar de todos los momentos con tu familia y tus amigos, o disfrutar de la vida también, pero sabiendo que antes jugaba al fútbol y no podía disfrutar como quería porque tenía un trabajo y mi cuerpo era la pieza más importante para realizar ese trabajo.

-¿Antes no disfrutaba tanto como ahora?

-Tenía que cuidar mi cuerpo, no podía hacer todo lo que quería, como esquiar, ir en moto o en moto de agua. Ahora, desde que dejé el fútbol, son cosas que sí puedo hacer y disfrutarlas con mi familia. Pero mi manera de ver las cosas no cambia mucho, siempre he tenido los pies en el suelo.

-Después de superar un cáncer, ¿el fútbol pasa a un plano secundario?

-Los que pasa es a ser un poco diferente. El fútbol era mi trabajo y tenía que pensar siempre en él porque dar lo mejor en el campo siempre era mi objetivo. Fue un trabajo que me enseñó muchas cosas de mí mismo, pero también de valores que se pueden compartir, cosas que se pueden hablar.

-¿Por ejemplo?

-En un vestuario hay una mezcla de gente muy grande, se hablan distintos idiomas, se viaja mucho, conoces lugares diferentes, compartes trofeos con los compañeros y con la gente... Yo traslado toda esa experiencia a la nueva etapa que me toca vivir ahora, ya que el fútbol también me ayudó mucho a superar un camino duro.

-¿Qué tipo de valores hay en un vestuario como el del Barça?

-Primero, el respeto. Respetar al compañero pero también su manera de ser, su educación, su idioma, su manera de vivir. También la humildad, porque es muy difícil ser humilde en este mundo, más en el deporte porque entra dinero, títulos, televisiones y al final somos famosos entre comillas, pero lo más importante es el respeto.

-¿Por qué?

-Porque a partir del momento que respetas a tus compañeros, pero también al entrenador, al contrario y a los árbitros, después, en tu vida, sigues haciendo lo mismo, respetar al vecino, al policía, al que te vende pan. «Hola, buenos días, gracias» y nada más. Esto es el principio del camino.

-Usted fomentó las barbacoas entre compañeros.

-El resumen de lo que es el Barça de ahora es que dicen que el tridente se llevan bien dentro y fuera. Para mí lo importante no es dentro, es fuera. Es decir, si te llevas bien con el compañero fuera del trabajo, en el trabajo seguro que va bien.

-¿Cómo se consigue eso?

-Hay que saber cómo vive el compañero para adaptarte. Puede haber jugadores que por la noche no duermen, hay que saberlo. Yo duermo, a Valdés le gustaba la moto, Pinto hacía música, etc...; pero no te has de enterar de esto muchos años después. Hay que intentar compartir momentos después del entreno, así las familias se mezclan y al final hacemos una barbacoa.

-Su imagen levantando la Champions en Wembley tres meses después de que le diagnosticaran un cáncer dio la vuelta al mundo.

-Fue muy bonito. Primero, antes de levantar trofeo, fue una señal de respeto a todo el trabajo que hizo el equipo cuando no estuve con ellos, una señal de respeto al gesto de «Puyi» y al míster porque contó conmigo como titular en aquella final sabiendo que no estaba a tope. Eso siempre lo respetaré mucho porque hay que tener mucho valor para tomar ese tipo de decisiones.

-¿Fue la Champions de Abidal?

-No, aquella Champions no fue la mía, pero sí la de un camino duro entre yo mismo y el camino del equipo, porque llegar a un partido tan importante es una labor de cada día.

-El gesto de Puyol fue muy bonito.

-Ese gesto enseña valores que puede tener el deporte. Creo que en el mundo del fútbol es el gesto más grande que he visto, no sé si veremos otros, pero ojalá, así se comparten los momento y así se viven.

-El Barça de Luis Enrique ha vuelto a ganar el triplete, ¿es un equipo muy diferente al suyo?

-La principal diferencia es que Pep fue el primero en ganarlo todo, pero después hay más cosas en común que diferencias porque lo importante es que lo han vuelto a conseguir; cada entrenador lo hizo a su manera, con su estilo y dirigiendo a dos equipos con jugadores diferentes, aunque algunos ya estuvieran en el anterior triplete. Cada uno ha tenido que gestionar la competición en temporadas distintas, pero Luis Enrique también lo ha conseguido. Eso sí, él todavía está a mitad de camino de los 6 títulos que consiguió Guardiola.

-¿Ve a este Barça capaz de dominar Europa como lo hizo el suyo?

-Sí, pero todo dependerá de cómo sigan los jugadores actuales y de cómo se adapten y encajen en el juego los nuevos que lleguen en el futuro. Pero el Barça sigue demostrando que es un equipo ganador y que quiere más y Luis Enrique ya ha llevado al grupo a lo más alto.

-¿Messi es ahora mejor futbolista que antes?

-Messi siempre es diferente, pero lo bonito es que siempre está a gran altura. Esperamos mucho de él cada temporada, y año tras año demuestra que es capaz de ponerse a un nivel que nadie espera.

-¿Usted no deja nunca de sonreír?

-Mi filosofía es que cuando va mal, va bien. Y cuando va bien, va bien.

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