Villar cede ante la presión de los clubes

Un mes y un día ha perdido el fútbol español en su anhelo por conseguir que los derechos televisivos se comercialicen de forma conjunta, lo que revertiría en más dinero para todos y un reparto más equitativo entre los clubes grandes y los pequeños. Un mes y un día es el tiempo que ha pasado desde que la comisión mixta entre la Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional acordó pedir al Gobierno que apruebe el nuevo decreto audiovisual para el fútbol español. Entre medias, muchos dimes y diretes, el desplante de Villar y un amago de ruptura, para volver hoy de nuevo a la unidad. Veremos por cuánto tiempo.

En el comunicado emitido esta tarde tras la reunión de la Junta Directiva de la Federación, se pide la «promulgación, con carácter urgente, de un real decreto que regule la comercialización unificada de los derechos audiovisuales y su reparto solidario con todo el fútbol español».

En la práctica, esto significa que Villar cede ante la presión de los clubes, que el pasado día 30 hicieron piña frente a la Federación..

La pretensión de Villar con su desplante el pasado día 26 al ministro Wert, al secretario de Estado, Miguel Cardenal, y al presidente de la LFP, Javier Tebas, era tensar la cuerda con el decreto para conseguir más parte del pastel para la Federación y, de paso, intentar solucionar sus problemas con el Consejo Superior de Deportes, que le reclama ocho millones de euros del dinero de las quinielas y que aclare las salvedades de la auditoría de 2013.

En cualquier caso, ahora la pelota está en el tejado del Gobierno, que se comprometió con los clubes a aprobar el real decreto y que había encontrado en Villar un último obstáculo, pues esgrimía el artículo 78 del Estatuto de la FIFA, según el cual las federaciones nacionales tienen mucho que decir en el reparto de los derechos audiovisuales.