Fórmula 1 | GP de AustraliaUn caos y pole de Hamilton

Fue un experimento siempre en busca de la vanguardia. Un nuevo sistema de clasificación y de formación de la parrilla del domingo que ofreció las dos caras de la moneda. La emoción y la incerditumbre en las primeras rondas y el vacío y el fiasco en la hora de la verdad. Hamilton y su Mercedes, los de siempre, mutilaron el espectáculo en los últimos minutos y se hicieron con la primera pole del año. Alonso, bastante mejor que en 2015, saldrá duodécimo, y Carlos Sainz, séptimo.

[Resultados del GP de Australia]

No se puede reprochar a la F1 el inmovilismo o el desinterés. Eccletone siempre busca el riesgo, el camino inexplorado. Los nuevos sábados de la F1 regalaron otra visión de la jugada.

estrés al principio y abulia al final. Justo lo contrario de lo que se esperaba.

Bailan todos al juego de la silla. En la primera ronda, Q1, se elimina un piloto cada noventa segundos a partir de los seis minutos de carrera. Estrés, frenesí y una agradable sensación de caos. Se marcharon los pequeños, con la inclusión sorpresa Kvyat, el ruso de Red Bull.

Por allí no cayó Alonso, como el año pasado. Al revés, durante la segunda tanda, Q2, estuvo segundo durante algún minuto detrás del intratable Hamilton. En estre tramo se van siete pilotos cada noventa segundos y quedan ocho para el último round. Se fueron los más lentos, Magnussen, Palmer, Button, Alonso, Bottas, Hulkenberg y Checo Pérez.

Allí donde se buscaba el mano a mano, un duelo directo por la pole, resultó un fiasco. Hamilton, como hacen ahora todos los pilotos, salió a buscar su mejor crono al principio y sepultó la incertidumbre. Nadie se vio con fuerzas de superar al inglés y fueron desfilando de los coches Ricciardo, Carlos Sainz, Massa, Verstappen, Raikkonen y Vettel. Rosberg ni siquiera lo intentó frente a Hamilton, insuperable de nuevo en este sistema que deja grietas, pero que también propone un divertido juego de locura bendita.