NBA

Los campeones se blindan

Los Ángeles Lakers renuevan a James y Davis de forma exprés mientras mejoran notablemente el nivel medio de la plantilla

LeBron James, durante un partido con Los Ángeles Lakers

Pablo Lodeiro

Tan atípica fue la última temporada de la NBA, cercenada por el coronavirus y reanimada en Disneyworld, que por primera vez en la historia el campeón recogió el trofeo Larry O´Brien a mediados de septiembre y no en junio como suele ser habitual. Y claro, en la foto estaban LeBron James y Los Ángeles Lakers, dos de los entes más ganadores (y perdedores) de la historia de la liga, ambos bien secundados por Anthony Davis, el jugador que todo el mundo querría ser, porque hace de todo y todo bien. Sin embargo, la calma que sigue a la tormenta no será tal este año, porque en menos de un mes, el 23 de diciembre, empieza la nueva temporada y los fichajes , traspasos y puestas a punto son ya una corriente incontrolable. En este vórtice ya destacan los actuales campeones, que han asegurado a sus estrellas a base de talonario y han mejorado su clase media notablemente. Los Lakers ya tienen los deberes hechos.

El miércoles, en horario español, los seguidores de la NBA se acostaron con la renovación de LeBron James y ayer comieron con la de Anthony Davis. El alero, al que le quedaba un año opcional de contrato con la franquicia californiana, amplió su continuidad dos años más por 85 millones de dólares. Por lo tanto seguirá con los Lakers hasta los 38 años, momento en el que su hijo, «Bronny», podrá ser seleccionado para jugar en la liga. Además, James, cuando cobre lo que le corresponde de esta nueva vinculación habrá acumulado casi 430 millones de «unidades» en toda su carrera y solo en contratos.

El caso de Anthony Davis, que se convirtió en agente libre tras la consecución del título, era desde hace tiempo un secreto a voces, pero el retraso del anuncio empezaba a provocar sudores en los aficionados. El ala-pívot finalmente jugará los próximos 5 años años en California a cambio de 190 millones de dólares. Ambos jugadores están representados por Rich Paul, uno de los personajes más influyentes de la NBA actual. El agente, tras las renovaciones de sus clientes, ya puede pensar en comprar el observatorio Griffith como vivienda de fin de semana.

Los Ángeles Lakers no solo ganaron a los Miami Heat, excelentes e inesperados competidores en las finales de 2020, sino que también se impusieron a la tendencia reinante. La liga en los últimos años ha virado hacia el tiro de tres, un acelerado movimiento de balón y los «aclarados». Un baloncesto que salvo anomalías suele ser puesto en práctica por los «bajitos». Así se vieron sobre el parquet quintetos un tanto frankestenianos, como el de los Rockets de Morey, que alinearon en algunos partidos a cinco titulares de menos de dos metros . A todo esto se sobrepusieron los Lakers, porque no contaban con demasiados especialistas desde el triple, jugaban con pívot y claro, porque tenían a los dos jugadores más determinantes de la competición, figuras perpetuadas ahora al medio y largo plazo gracias a las renovaciones de James y Davis.

Marc, Schröder, Harrell... ¿y Pau?

Si bien el equipo funcionó como un reloj durante toda la competición, amparado por el entramado defensivo del entrenador Frank Voguel, sí que se echó en falta alguna alternativa en ataque más allá de sus estrellas, solo descargadas de responsabilidad creativa por el veterano Rajon Rondo, ahora en los Hawks de Atlanta. Como respuesta a esto, los Lakers han firmado a los que seguramente sean dos de los mejores «sextos hombres» de la liga, Dennis Schröder y Montrezl Harrell . El alemán, todo un «leprechaun» sobre la pista, siempre con una sonrisa malévola, podrá dirigir y anotar con James y Davis en el banquillo, mientras que el ala-pívot ha sido y es un éxito por la necesidad que se tenía de él y por el componente emocional, porque se lo roban a sus vecinos, los Clippers, que empezaron la temporada pasada con aires de grandeza y fueron fulminados por los Nuggets de Jokic en semifinales de conferencia. También ha llegado Matthews, especialista defensivo, y se ha renovado a Morris, Cadwell-Pope y Dudley.

Pero la gran adquisición, al menos desde el prisma nacional, ha sido la de Marc Gasol, el hombre que le hurtó el premio a mejor defensor de la liga a LeBron en 2013, como él mismo ha asegurado recientemente entre risas. El catalán, pese a venir de una temporada marcada por el escaso acierto y las lesiones, destaca por su inteligencia y lectura del juego. A priori, y aunque seguramente con un protagonismo más reducido que en los Toronto Raptors, encaja como un guante en los Lakers. Solo falta el lazo, porque el regalo que tiene Voguel entre sus manos es mayúsculo. Y ese lazo podría ser Pau Gasol, en busca de una última aventura antes del retiro. «Quizás, ya veremos» , que dice James.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación