Los Timberwolves ganan aire para la reconstrucción

Aunque era imposible verle de nuevo en el estrado, la imagen de Nick Gilbert -el hijo del propietario de los Cavaliers- sobrevolaba el cielo de Nueva York. Protagonista en los últimos años al recoger con alegría la elección número uno del draft, esta vez la franquicia de Cleveland no tenía ninguna opción de conseguirla. El sorteo que determina el orden de elección por parte de los peores equipos de la NBA de las nuevas estrellas universitarias en ciernes, tenía esta vez a los Timberwolves como máximo aspirante al número uno y las matemáticas no fallaron.

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