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Natación | Mundial de Kazán

La incógnita de Mireia

La nadadora no ha decidido todavía si acudirá al Mundial de Kazán por su lesión en los hombros

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A poco más de un año para los Juegos Olímpicos de Río 2016, el Mundial que hoy empieza en Kazán calibra la progresión y la puesta a punto de la natación española. Una importante parada para comprobar los méritos propios y los ajenos antes de la meta brasileña. Con la cita olímpica en la cabeza medita Mireia Belmonte estos días previos. La badalonesa, con una lesión en los hombros que arrastra desde mayo, todavía no ha confirmado su presencia en el certamen. De viajar a la ciudad rusa, Belmonte rebaja sus expectativas, dispuesta a disfrutar del agua y priorizar su recuperación por sobre las medallas y el sobreesfuerzo. Tantas son las dudas que de su hipotético programa ya ha eliminado las pruebas de larga distancia, quedándose con cuatro: 400 libre, 200 y 400 estilos y 200 mariposa, su competición favorita.

Quiere guardar fuerzas y, sobre todo, no exponerse a que la lesión se agrave y se alargue. Tantas son las dudas que su entrenador, Fred Vergnoux, le reitera que no viaje a Kazán. «Cree que hay que hacer un descanso de hombros para que se recuperen del todo. Si al final decido no ir, será para bien», admitía la protagonista que dará una respuesta poco antes del lunes, fecha en la que tiene previsto su viaje, y después de pasar una nueva revisión médica.

Un golpe anímico duro para una competidora como ella. La amenaza que recae sobre sus hombros es una bursitis, una inflamación de las pequeñas bolsas de líquido que se sitúan entre los músculos o los tendones y el hueso. Para Belmonte, pinchazos que le han hecho alterar la marcha de sus entrenamientos: ante el dolor, bajar el ritmo y centrarse en hacer trabajo de piernas. Y mientras, esperar: «La evolución es la que tiene que ser. Antes de la competición está la salud de uno mismo. También tengo que mover los brazos en mi vida diaria».

En territorio hostil

Para toda la expedición española que ha viajado a Kazán, el Mundial de Barcelona de 2013 ya ha quedado muy atrás. Comienzan unos nuevos retos que apagan en el tiempo el exitoso verano barcelonés. Una mezcla de ilusión e incertidumbre. En las aguas abiertas debutará María Vilas, que se atreverá con los 10 kilómetros, a la espera de la prueba de cinco. Acompañará a las más veteranas Érika Villaécija y Marga Domínguez (25km). Héctor Ruiz y Antonio Arroyo harán lo propio en 5 y 10 kilómetros masculinos. También el trampolín aportará su adrenalina con Rocío Velázquez, Carlos Gimeno y los hermanos García-Boissier, baza española desde 1 y 3 metros.

El equipo de natación sincronizada, no obstante, parte con la ilusión de estrenar una nueva coreografía con la que pretende, como siempre, deleitar al público y engatusar a los jueces. Ona Carbonell, que ha decidido centrarse en el solo y el dúo, también es consciente de que habrá más dificultades que nunca. «Estamos en casa de las rivales, en Rusia, y está China como otro de los grandes platos fuertes. Y Ucrania y Japón, pero yo veo mis posibilidades y voy a ir a por todas», aseguraba la nadadora en una charla con ABC.

«En dúo y en equipo la cosa está difícil, pero lucharemos hasta el último momento. Llevar tantos años arriba es complicado. Será un Mundial diferente porque va a haber mucha, mucha competencia», continuaba Carbonell, que en Barcelona se colgó siete medallas de siete posibles y sabe la dificultad que entraña su gesta: «Todos los países se están acercando a nuestra forma de realizar los ejercicios. Nosotras intentamos copiar la disciplina de las chinas o las rusas, y ellas, nuestro sentimiento». Lanza un guiño optimista al futuro: «Estamos pasando por un cambio generacional sin bajar del todo, lo que no ha ocurrido en otros países. Es muy bueno».

También en una élite de la que no se quieren bajar está el waterpolo femenino. En Barcelona lograron lo máximo: el oro mundial, y se parte con el respeto inicial a todos los rivales, y a sus deseos de venganza. Sin la participación de la selección masculina por primera vez en la historia, Anna Espar, Laura Ester, Judith Força, Maica García, Mati Ortiz, Jennifer Pareja, Pili Peña , Marta Bach, Laura López, Roser Tarragó, Clara Espar, Patricia Herrera y Paula Leitón son las trece elegidas por Miki Oca para intentar revalidar el título. El reto comienza su camino el domingo, ante la anfitriona, Kazán. La natación española exhibe su músculo a las puertas de Río.

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