Serna y Silvera salen a hombros y empatan en el duelo de sevillanos en las Colombinas de Huelva

La novillada que abrió el día grande en Huelva tenía alicientes suficientes para que el coso de la Merced superara el medio aforo. Tres sevillanos de nacimiento pero vinculados a la capital onubense: Rafael Serna que debutó con caballos en esta plaza, Emilio Silvera por su padre, torero homónimo y Rodrigo Molina por su abuelo, que fue alcalde. Solo pudieron triunfar dos.

Rafael Serna, que se perdió la cita el año pasado por la cornada de Madrid, abrió la puerta grande al desorejar al quinto. El primero salió a su aire y con la cara a media altura y llegó a la muleta con dificultades para seguir el engaño. Acudió con nobleza pero perdiendo las manos lo que anuló la emoción a la labor dispuesta de Serna que tuvo algunos pasajes de interés con la zurda pero no estuvo fino con la espada.

Le quedaba el cuarto al que hizo un quite por chicuelinas y brindó al rejoneador Andrés Romero antes de meterse en faena en los medios. Más centrado y enfibrado con el segundo de su lote, se gustó en los detalles, el martinete, el de la firma y hasta con poncinas. Aseguró con la espada y paseó el doble trofeo tras aplaudir a «Rabadoso» que colaboró en el triunfo.

Emilio Silvera se desquitó de su actuación hace justo un año. Se lució en el recibo del segundo a la verónica hasta llegar a los medios y rematar a pies juntos con la media. El comienzo tras el brindis, por estatuarios, tuvo mucho temple, alargando el de pecho con suavidad. Tras la primera serie con la diestra sonó la música para una faena centrada y por encima de la informal embestida del Villamarta que alcanzó los mejores momentos al natural con los vuelos de la muleta. Acertó a la primera y paseó feliz el trofeo .

A la salida del quinto, más hecho, sonaron palmas por bulerías pero esperó en banderillas y le pegó tres volteretas delante el burladero a Juan Luis Serrano al salir de un par. En el tercio final tuvo nobleza y aunque le costaba terminar el muletazo, Silvera lo llevó cosido a la muleta y lo toreó despacio demostrando que tiene un interesante concepto. Cortó otra oreja . El sevillano merece más oportunidades.

Rodrigo Molina se presentaba en Huelva tras hacerlo en El Puerto el domingo y no tuvo suerte . Con el tercero se echó la muleta a la izquierda para la primera serie en la que repitió el novillo pero la faena no terminó de romper. Desigual y soso el astado y fallón con la espada el novillero que acabó saludando la ovación. El sexto demostró genio de salida en el capote y se empleó en el peto aunque se protestó el castigo. En el tercio final no mejoró su brusca embestida, que terminaba con un cabezazo al final del muletazo. Porfió con firmeza Molina que logró acoplarse en algunos momentos pero no remató con los aceros.