El Gobierno recurrirá al Constitucional la ley balear que «desnaturaliza» las corridas de toros

El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, comunicó ayer a la consejera de Cultura del Gobierno de Baleares, Fanny Tur, que el Ejecutivo de España va a recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley que intenta imponer los toros «a la balear» aprobada el pasado lunes por el Parlamento autonómico con los votos a favor de socialistas, la izquierda ecosoberanista de MÉS y Podemos.

En la reunión, que tuvo lugar en Madrid, Benzo reiteró a la consejera la advertencia que el Ministerio de Cultura ya le hizo hace unas semanas sobre la inconstitucionalidad de las limitaciones de la ley que, lejos de regular, derivarían en un espectáculo totalmente desnaturalizado en su esencia, que, de hecho, sería una prohibición.

La postura del secretario de Estado de Cultura fue firme ante la representante del Gobierno balear, al recordarle que hace cuatro años las Cortes Generales aprobaron la ley que regulaba la Tauromaquia como patrimonio cultural de todos los españoles y la obligación de las administraciones públicas en su conservación y promoción.

Al margen del recurso que anunció el secretario de Estado y su trámite y resolución por el Constitucional, la ley de toros «a la balear» entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial de Baleares, lo que, según fuentes del Ejecutivo autónomo, no se espera para antes de septiembre, con lo que los festejos ya programados podrán celebrarse con normalidad.

En la reunión entre Benzo y Tur sobrevoló la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el recurso a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña aprobada por el Parlamento catalán en julio de 2010. El recurso tardó seis años en resolverse en el sentido de que la administración autónoma no tiene potestad para prohibir, aunque sí para regular. Y en ese punto de la sentencia se basó el Gobierno de Baleares para acometer la Ley de Regulación de las Corridas de Toros y Protección de los Animales, un texto que entra de lleno en modificar la esencia de la Fiesta con un articulado, que, entre otras cosas, descarta el uso de banderillas, puyas y estoque, o que en los festejos no se soltaran más de tres toros con un tiempo máximo de diez minutos, además de establecer un control antidopaje para toros y toreros, o fianzas de 300.000 euros para los organizadores.

En este sentido, la Fundación del Toro de Lidia, cuyos responsables también se reunieron ayer con Benzo, señaló que la ley no es más que «una argucia legal que pretende prohibir las corridas desnaturalizando su esencia y haciéndolas por tanto irreconocibles».