San Isidro taurino: un estímulo de 55,7 millones de euros para la economía madrileña

A nadie escapa que los acontecimientos culturales de gran envergadura tienen un profundo impacto económico en las ciudades que los acogen. En el caso de nuestro país, pocos eventos reúnen tanto público como la madrileña Feria de San Isidro. Solamente en 2014, el ciclo taurino por excelencia citó a casi 650.000 espectadores, con una asistencia media del 90% del aforo en las corridas de toros. Para poner esta cifra en perspectiva, cabe señalar que el Open de Tenis de Madrid, celebrado también en el mes de mayo, citó en su edición de 2013 a 220.000 espectadores. Esta cifra es casi tres veces menos que la Feria Taurina y equivale a una concurrencia media de 1.300 espectadores en cada partido disputado en la Caja Mágica, frente a las más de 20.000 personas que acudieron, de media, a los festejos incluidos en el abono de San Isidro.

Semejantes magnitudes ponen de manifiesto el impulso que supone la Tauromaquia para la capital de España. Solamente el movimiento en taquilla generado por la Feria Taurina ronda los 15,6 millones de euros. Las arcas del Estado se benefician enormemente de estas importantes cifras de recaudación: con el IVA al 21%, hablamos de una aportación fiscal de 3,3 millones de euros, un 32% más que los 2,5 millones que aportaba San Isidro cuando la tasa aplicada a las corridas era del 16% y el tributo pagado por novilladas y rejoneo se quedaba en el 8%.

Más allá del IVA

Eso sí: la inyección económica que supone cada Feria de San Isidro va mucho más allá de la taquilla o de la recaudación por IVA generada con la venta de entradas: también debemos considerar el impacto indirecto (hoteles, restaurantes, bares, transporte...), así como la demanda inducida en el resto de la economía regional. Aplicando la metodología del INE, estaríamos ante un estímulo económico valorado en la friolera de 55,7 millones de euros.

Por tanto, cada euro recaudado en taquilla por la Feria de San Isidro supone una inyección de 3,5 euros para la economía local. Este impulso no solamente genera empleo y riqueza, sino que también tiene una repercusión adicional en las finanzas del Estado. Por ejemplo, la recaudación por IVA generada por el impacto indirecto e inducido del ciclo taurino más importante del mundo asciende a seis millones de euros.

Sumando a esta cifra los 3,3 millones de euros de IVA que supone la recaudación en taquilla, vemos que solamente en el Impuesto sobre el Valor Añadido la Feria de San Isidro aporta 9,3 millones de euros a la Hacienda pública. A esta cifra habría que añadirle la derrama fiscal generada por otros gravámenes como el Impuesto sobre la Renta, las Cotizaciones Sociales, el Impuesto de Sociedades o los Impuestos Especiales.

El canon

Pero la aportación de los Toros a las Administraciones Públicas no termina aquí: a estos números se suma otro capítulo de relevancia como es el pago del canon que debe sufragar cada año la empresa gestora de la Catedral del Toreo. Este compromiso asciende a 2,3 millones de euros, de los que 1,4 millones van a parar al Centro de Asuntos Taurinos. El resto, unos 900.000 euros, acaba en los presupuestos generales de la Comunidad de Madrid.

A todo lo anterior hay que sumarle la enorme riqueza ecológica que genera la Tauromaquia en la región de la capital de España. Los datos oficiales nos hablan de ochenta ganaderías que mantienen a más de 10.000 reses de lidia a lo largo y ancho de 14.000 hectáreas de Alto Valor Natural. De hecho, la Comunidad de Madrid ha explicado que la crianza del toro bravo mantiene más de 12.500 puestos de trabajo en la región.

Por último, también es importante hablar de los excelentes datos de audiencia que cosechó la retransmisión de la corrida del 15 de mayo de 2014. Dicho festejo, uno de los platos fuertes del pasado San Isidro, multiplicó por dos el seguimiento de Telemadrid, elevándolo 5,1% al 10,8%. Una vez más, las cifras confirman el enorme interés que despierta la Feria Taurina más importante del mundo.