Escena de la representación teatral «Satisfaction»
Escena de la representación teatral «Satisfaction» - ABC

«Satisfaction»: Hola, mamá, vengo del futuro

Estamos ante un espectáculo la mar de divertido que parece comenzar con una escena ya empezada y concluye igual, de sopetón

Madrid Actualizado: Guardar
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¿Cómo recibir a un bigardo treintañero que dice venir del futuro y afirma ser tu hijo de tres años? Blanca Bardagil (Vic, Barcelona, 1988) desarrolla esta situación a ritmo de vodevil cuántico en el que la fragmentación del tiempo y las dislocaciones son elementos que animan el motor frenético de la acción, que contiene las explicaciones científicas justas para hacer creíble un original punto de partida más visitado desde la narrativa o el cine que desde el teatro.

Esta es, salvo error, la segunda pieza estrenada en Madrid de la autora, vinculada a la sala barcelonesa FlyHard y con una amplia trayectoria como dramaturga, guionista y directora en el ámbito catalán; tras «Café solo», presentada en Microteatro por dinero, La pensión de las pulgas acogió esta comedia de ciencia ficción en un montaje que ahora veranea los martes en la sala off del Teatro Lara.

«Satisfaction», que alberga cierto grado de parentesco con las paradojas fantásticas de Denise Despeyroux, es un espectáculo la mar de divertido que parece comenzar con una escena ya empezada y concluye igual, de sopetón, cuando las leyes espacio temporales amenazan con llevar a los personajes a la catástrofe.

Rubén, el científico viajero, pretende que su madre no tome un vuelo a Bruselas que él sabe que se va a estrellar. Primero se encuentra con su canguro, cuya incredulidad y desconfianza debe vencer para convencerla de que él es/será ese niño que duerme en una habitación contigua y lograr que le ayude a evitar que la madre muera en el accidente de aviación.

Todo se va complicando para deleite del público y hay una sorpresa interpretativa morrocotuda. Pese a alguna caída de ritmo, Pedro Casas ha encontrado el tono dislocado de la función y dirige entonadamente a los actores, que realizan un más que correcto trabajo en esos registros de comedia disparatada.

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