Paranoico y calvo, los secretos y obsesiones más perturbadores de Michael Jackson

Un libro basado en su diario personal y nuevos datos de la autopsia han revelado aspectos muy inquietantes del Rey del Pop

Michael Jackson ABC

Nacho Serrano

Cuando Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009, se llevó muchísimos secretos a la tumba. Pero hay otros que quedaron en el más acá, que poco a poco van viendo la luz, y que son realmente perturbadores.

El libro «Bad: Una investigación sin precedentes sobre el encubrimiento de Michael Jackson» , de Dylan Howard, revela detalles del diario personal del artista, que refleja su neurosis megalomaníaca y otros problemas psicológicos. Por ejemplo, que el fracaso de su carrera actoral (la gran promesa de su carrera fue «The Wiz», un musical sobre el Mago de Oz, pero fue tremendo fiasco) le seguía persiguiendo hasta meses antes de su muerte, ya que aún seguía teniendo el deseo de convertirse en una gran estrella de Hollywood . Planeó hacer remakes de clásicos como «20.000 leguas de viaje submarino» o «El séptimo viaje de Simbad», y siempre quiso superar a sus favoritos del séptimo arte: Charlie Chaplin, Walt Disney, Fred Astaire y Gene Kelly, y en su diario llegó a escribir que si no se concentraba en ese objetivo, nunca tendría «la inmortalidad». Pero la imposibilidad de cumplir ese sueño terminó sumiéndole en una terrible frustración, y más tarde en la paranoia: estaba convencido de que alguien quería matarle para tratar de arrebatarle sus proyectos en el cine.

También hay revelaciones escalofriantes sobre su medicación con el sedante Propofol, al que llamaba «leche» : ya en 1999 ingería cócteles a los que llamaba «zombie», que mezclaban dicho fármaco con vino.

Casi simultáneamente al lanzamiento de este libro, el diario británico The Mirror ha publicado nuevos datos sobre su autopsia , que también resultan impactantes. En su estómago no había nada más que pastillas parcialmente disueltas después de haber sobrevivido con solo una pequeña comida al día. Tenía el cuerpo consumido por la anorexia, y sus pies estaban deformes, llenos de callos y con un comienzo de putrefacción por una gravísima infección de hongos. «Por eso siempre llevaba calcetines, porque estaba muy avergonzado de cómo se veían sus pies», cuenta Howard en su libro.

Sin embargo, los hematomas en el pecho y las costillas rotas que se le encontraron no fueron por una obsesión autolesiva, tal como algunos señalaron: se debieron a los intentos de los médicos para resucitarle cuando encontraron su cadáver.

Estaba completamente calvo, y se había tatuado las cejas y los labios . También tenía heridas punzantes en los brazos, caderas, muslos y hombros, probablemente causadas por las numerosas inyecciones de Propofol. La autopsia también confirmó que no todo eran secretos ni mentiras con Jackson: el cambio de color de su piel, que tantas especulaciones desató, se debía a que sufría de vitíligo . Tal como él mismo explicó a finales de los ochenta.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación