Una imagen de los ensayos de «La isla del tesoro»
Una imagen de los ensayos de «La isla del tesoro» - Samuel García

La Joven Compañía lleva al escenario las aventuras de «La isla del tesoro»

José Luis Arellano dirige una versión teatral de la novela de Stevenson, escrita por la británica Byrony Lavery

Madrid Actualizado: Guardar
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Varios factores han hecho que La Joven Compañía haya vuelto sus ojos hacia «La isla del tesoro», de Robert Louis Stevenson. Es una de las más populares y fascinantes novelas de aventuras, muy apropiada además para el público juvenil, que es uno de los objetivos del conjunto. Y además, la adaptación teatral que ha empleado, realizada por Byrony Lavery hace un par de años para el National Theatre londinense, transforma al protagonista, Jim Hawkins, en una chica; y potenciar la presencia femenina en sus montajes es otro de los objetivos de La Joven y del teatro Conde Duque, su sede.

José Luis Arellano es el director de la función, en la que José Luis Collado ha realizado la versión sobre el texto de Byrony Lavery.

Silvia de Marta firma la escenografía y el vestuario, Juanjo Llorens la iluminación y Luis Delgado la música y el espacio sonoro. El reparto incluye a Alejandro Chaparro, Yolanda Fernández, Víctor de la Fuente, Jota Haya, Pascual Laborda, Rosa Martí, Nono Mateos, Juan Carlos Pertusa, Álvaro Quintana, María Romero, Cristina Varona, Álex Villazán y Jorge Yumar.

«“La isla del tesoro” es un texto que me marcó de adolescente y que quería contar», explica José Luis Arellano en presencia de Byrony Lavery, que ha venido a España para asistir a una de las representaciones de la obra. «Es la cuarta producción que veo -cuenta-, y ésta es clara e inteligente. No sé castellano, y he visto desde el corazón como se iba desarrollando la historia».

La adaptación de «La isla del tesoro» fue un encargo realizado por el National Theatre a la dramaturga. «En la novela -dice- no hay más que dos personajes femeninos, y por eso pensé que podía transformar en chica a Jim: es una heroína, una joven que tiene que abandonar su zona de seguridad para aprender a ser valiente». «Es muy interesante -apostilla Arellano- que el protagonista de este viaje iniciático sea una mujer». Hay otro cambio del que se siente orgullosa la autora, y es la conversión de uno de los personajes adultos en un grumete, «que acompaña a Jim y convierte el relato en la historia de dos jóvenes que a través de su valor consiguen derrotar al mal».

Para Arellano, «La isla del tesoro» presenta elementos contemporáneos en su comicidad, su poética y su aventura. «Y cuenta cómo la sociedad se une en torno al dinero. Más allá de la hsitoria de piratas y aventuras, de barcos veleros y mapas del tesoro, la obra es un certero retrato de la codicia humana, pero también un canto a la amistad y, por encima de todo, una reflexión sobre el tránsito de la niñez a la edad adulta». Y concluye Lavery: «Es una novela que se queda enganchada para toda la vida. A mí todavía me asusta la Mancha Negra, y temo que aparezca».

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