Pansequito es uno de los artistas que denuncia este «fraude»
Pansequito es uno de los artistas que denuncia este «fraude» - abc
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«No puede ser que cambies una nota a una sinfonía de Mozart y cobres derechos de autor»

Manuel Marvizón, presidente del Consejo Territorial de la SGAE, pide cambiar el sistema de reparto de derechos, considerado «fraudulento» por Alejandro Sanz o Shakira

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Ni Pablo Alborán, ni Alejandro Sanz, ni Shakira, ni Manuel Carrasco, ni Raphael, ni David Bisba, ni Fito ni Dani Martín, los artistas que más discos venden en España, están en el top-ten (ni en el top-20) de los autores que más ingresos reciben de la SGAE por derechos de autor en televisión.

Los que más dinero han recibido desde 2006 para acá son autores absolutamente desconocidos que, junto con esposas y madres, en algún caso, y las editoriales de las televisiones, recibieron desde 2006 a 2012 más de 25,7 millones de euros. Este es el supuesto fraude, del que se benefician las principales cadenas de televisión, que se lleva cometiendo desde hace casi diez años y al que la Junta Directiva de la SGAE deberá dar hoy jueves respuesta en una reunión que se celebrará en Madrid y que podría ser el inicio del fin de este «chollo» para algunos autores y «cesionarias» de derechos.

Además de muchos autores, especialmente los que generan contenidos más apreciados por el público, el presidente del Consejo Territorial de la SGAE en Andalucía, Manuel Marvizón, también es partidario de modificar este sistema de reparto de derechos de autor por otro que «sea más justo», y reconoce que la audiencia que marcan las televisiones para pagar este derecho (70 por ciento a partir de las 2 de la madrugada) «no es real, puesto que no se supera el 0,5 por ciento».

Con este sistema, que muchos autores califican de «fraudulento», Marvizón cree, además, que «pierde la música porque se muere en un nicho clandestino de madrugada».

Estos autores desconocidos que perciben cientos, a veces incluso millones, de miles de euros al año son capaces de registrar 15.000 canciones nuevas en poco tiempo, con las cuales generan estos ingresos. «Ese dato está ahí y muchos autores me lo comentan, pero yo prefiero no decir nada», comenta Marvizón a ABC, aunque añade: «Habría que mejorar el control del registro de obras originales, porque no puede ser que con cambiar una nota de una obra de Mozart, se considere obra original, porque se pueden colar muchas que no lo son».

«¿Cómo es posible que este escándalo se permita?», se pregunta José Cortés Jiménez «Pansequito», un artista que ha vendido millones de discos a lo largo de su carrera y que cobró el pasado mes de septiembre, en concepto de derechos televisivos, 73 euros. «La razón es el miedo a perder lo poquito que uno tiene», se contesta.

Hace unos diez años las televisiones quisieron reducir drásticamente el pago de derechos de autor y acordaron con la dirección de la SGAE , siendo su presidente Teddy Bautista, un sistema de reparto que supusiera un retorno (descuento) para las cadenas. La cúpula de la entidad aceptó porque pensó que era mejor algo que nada y propuso un sistema de reparto que permite que estos autores desconocidos superen ampliamente a los Sanz, Shakira, Bisbal o Alborán. Un sistema que le suponía a las televisiones un ahorro del 30 por ciento en una factura que en 2012 fue de 103 millones de euros.

«La trampa», según Joaquín Moeckel, abogado de Pansequito, que ha ganado pleitos a la SGAE por el canon digital y el cobro de derechos de autor en bodas, «consiste en atribuir a la franja de madrugada (de 2 a 8 de la mañana) una audiencia desmesurada (70% para Antena 3; 65% para TVE) que no se corresponde con la audiencia real (en torno al 0,5%) para la retribución de esos derechos». Luego, según denuncia Moeckel, «las televisiones contratan autores absolutamente desconocidos a los que obligan a ceder el 50 por ciento de sus derechos, que se llevan editoriales creadas por las propias televisiones, lo que garantiza el retorno de hasta un 30 por ciento de esa inversión, entre 30 y 50 millones de euros al año».

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