«Es increíble que el imaginario andaluz se vincule al mito de Al-Andalus»

Como una obra de «alta divulgación, de calidad». Así definió el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco José Contreras Peláez el último libro de Rafael Sánchez Saus, «Al-Andalus y la cruz», que ha sido presentado en el transcurso de un acto organizado por la Asociación Católica de Propagandistas en colaboración con la Fundación San Pablo Andalucía CEU.

Antes de entrar de lleno en la presentación de la obra, que discurrió a modo de entrevista entre el autor y el periodista Luis Sánchez-Moliní, el profesor Contreras agradeció que todo un catedrático de Historia Medieval como Sánchez Saus «haya evitado la tentación de la barbarie del especialismo» para elaborar este libro, en el que la figura de los mozárabes copa el protagonismo y que «no sólo interesa a historiadores anticuarios —dijo— sino que tiene implicaciones culturales y políticas para el momento presente».

En su opinión, una de las aportaciones de esta obra reside en que contribuye a «desenmascarar el mito de la España musulmana tolerante, de las tres culturas, en contraposición a unos reinos cristianos supuestamente violentos y atrasados».

El autor explicó que su libro surge, sobre todo, en respuesta al desconocimiento que aprecia en sus alumnos de Medieval en torno a un importante porcentaje de la población de Al-Andalus, los mozárabes, que representaron más de la mitad de la misma durante el califato. Matizó que se trata, pues, de una obra de divulgación «que no pierde la perspectiva académica», sin entrar en los conflictos actuales que azotan a comunidades cristianas en diversos puntos de Oriente Medio.

Sánchez Saus indicó que su estudio dedica un capítulo introductorio a la historia de los mozárabes, en el periodo comprendido entre el 711-720 hasta mediados del siglo XII, y se refirió a la caída de la España visigoda y a las consecuencias que ello deparó. «El país tardó diez años en ser dominado», apuntó, para destacar que la primera de las «falacias» sobre Al-Andalus es no considerar que «la resistencia fue muy grande. La conquista musulmana fue terriblemente sanguinaria. Se tenía enfrente —añadió— a la mayor potencia militar de la época».

A lo largo de la entrevista, el autor fue desgranando aspectos de la dura vida cotidiana de aquellos cristianos bajo la dominación musulmana en los primeros tiempos. Durante algo más de un siglo, «los musulmanes sólo fueron guerreros y personal del fisco y no aportaron nada a la cultura», relató Sánchez Saus para aludir posteriormente a la introducción de las corrientes orientalizantes. Antes de aquello, «Al-Andalus fue como el “Far West” del mundo islámico», apostilló.

Habló también en su presentación de la «larga evolución» que experimentó la cultura mozárabe hasta que va diluyendo su seña de identidad en la época del califato, llegando a ser «parte de una cristiandad hispana perdida» que, a partir del siglo XI, será, «cada vez, gente más extraña para los cristianos del norte». El historiador precisó al respecto que el único lugar donde dejaron una impronta relevante fue en Toledo, «refugio de las cristiandades andalusíes».

Al hilo de la realidad que su libro describe, Sánchez Saus confesó que le resulta «llamativo» que en la actualidad las autoridades «crean necesario vincular cualquier forma de regeneración andaluza» a la mitificación de Al-Andalus, que toma cuerpo a partir de la segunda mitad del XIX, y que «no se entienda la fortuna que tuvieron Andalucía y Sevilla cuando ésta fue conquistada en 1248» . «Me parece increíble —continuó— que el imaginario de los andaluces tenga que estar vinculado al mundo árabe-musulmán con estos precedentes y sigamos en 2016 arrastrando ese conjunto de mitos tremendos que no hay manera de combatir».