César Lucas: «Cuando vi una foto mía publicada en ABC tuve claro cuál sería mi oficio»
El Hay Festival de Segovia, que se inauguró ayer, presenta una retrospectiva del célebre fotógrafo
Corría el año 1958 cuando un jovencísimo César Lucas (Cantiveros, Ávila, 1941) fotografió en sus paseos por el Retiro madrileño a un australiano que estaba dando la vuelta al mundo a pie. Su afición a la fotografía, una cámara prestada y la noticia de tal viajero leída un día antes confluyeron en esa única fotografía que esa misma tarde reveló y llevó a la redacción de ABC : «Me dijeron que se la quedaban –cuenta visiblemente emocionado– y me pagaron por ella 25 pesetas. No pude dormir esa noche, devorado por los nervios. Pero a la mañana siguiente ahí vi mi foto publicada y en ese instante tuve claro cuál sería mi oficio: el de fotógrafo».
Esa primera chispa de intuición desembocó en una vida dedicada a la fotografía de prensa, una vida que ha marcado hitos en el oficio y sentado bases en la prensa española. Ha pasado por la agencia Europa Press, el diario «Pueblo» y fundó la agencia Cosmo Press en 1965. Ha trabajado para productoras de Hollywood y fotografiado los míticos rodajes donde grandes estrellas del celuloide posaban en Segovia, Almería o Madrid.
En la Transición , cuando una España moría, fue testigo del nacimiento del nuevo régimen, codeándose en el Congreso de los Diputados con sus nuevas figuras políticas. En esos días pasa a ser miembro fundacional del diario «El País», y es ahí cuando aparece por primera vez en España la figura del editor gráfico. «Muchos periodistas veían atónitos cómo un fotógrafo entraba por primera vez en un consejo diario de redacción y tomaba decisiones sobre la portada. Hasta entonces los fotógrafos ni siquiera firmábamos las fotos, éramos meros “comparsas” de la noticia escrita», afirma rotundo. «Quise poner la figura del fotógrafo a la misma altura que el resto, era de justicia».
Mitos del destape
En 1978 abandona «El País» para fichar por el Grupo Zeta, en donde ha trabajado hasta su jubilación en 2009. Como fotógrafo y jefe de fotografía, los lectores españoles vieron a través de la extinta revista «Interviú» cómo la sociedad se desperezaba con los desnudos de Marisol, Nadiuska y un sinfín de mitos eróticos del destape. «Antes era la censura institucional la que nos prohibía, y nosotros rompimos a fuerza de libertad ese corsé, modelamos la nueva opinión pública. Ahora, en cambio, ha vuelto una censura más mojigata a través de las redes sociales, donde hordas de censores dictan qué se publica y qué no», declara con pesar. «Incluso en 2018, cuando “Interviú” cerró y quise homenajear a la revista en una red social, vi cómo la portada del desnudo de Marisol , que recorrió España a los cuatro vientos entonces, ahora era censurada por un nuevo código de moral».
El reportaje, el retrato editorial, la moda, la fotografía de viaje, han sido los campos de trabajo de este prolífico fotógrafo en las dos últimas décadas. Como editor gráfico ha enseñado a una generación de nuevos fotógrafos el oficio y su lenguaje visual, cómo una buena fotografía aunada a una puesta en página coherente hace un producto periodístico sobresaliente. Y es esa generación de fotógrafos la que en estos días quiere homenajear al maestro con la exposición retrospectiva «Imágenes con historia», englobando toda una vida de entrega al periodismo gráfico. Organizada por la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa (ANIGP-TV) y encuadrada dentro del Hay Festival , que se inauguró ayer en Segovia, se reúnen en la Alhóndiga más de un centenar de sus fotografías, que narran la segunda mitad del siglo XX español a través de su mirada, en la cual se puede apreciar, con todo lujo de detalles, las hojas de contactos, cómo en un solo rollo de treinta y seis fotogramas le hizo una sesión a Marisol, poniendo de manifiesto la solidez y seguridad en su hacer, o en la visita del Che Guevara a Madrid en 1959, hecha con su Rolleiflex de 6x6.
Él se define a sí mismo como fotógrafo de prensa: «Me han preguntado muchas veces los motivos por los cuales nunca he hecho una fotografía más personal, íntima o subjetiva, y les remito siempre a todo lo que ya he publicado. Ésa es mi fotografía personal. Ahí estoy yo». En las paredes de la exposición, entonces, estará César Lucas.
