Descifrando a Octavio Paz

Según el Diccionario de la lengua española, en la edición del tricentenario de la RAE, un laberinto es un «lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida». Esa definición le ha valido al cineasta José María Martínez para dar título al documental dedicado a Octavio Paz (1914-1998) que ayer se estrenó en la sede del Instituto Cervantes de Madrid. «El laberinto de Octavio Paz» resume, en 85 minutos, la vida y la obra del gran escritor mexicano mediante el testimonio de 25 figuras intelectuales de la talla del premio Nobel Mario Vargas Llosa, Elena Poniatowska, Jorge Edwards, Ida Vitale, Pere Gimferrer, Hugo Hiriart, Alberto Ruy Sánchez o Jean-Clarence Lambert, entre otros.

Aunque estrenada casi dos años después, la iniciativa surgió en 2014, año en el que celebramos el centenario del nacimiento del autor de «El laberinto de la soledad». Realizado por Adela Iriarte, el documental «explora» el laberinto de Paz, conformado por el surrealismo, las vanguardias europeas, el pasado prehispánico, los textos orientales y la cultura india, la política y la poesía española, hasta desembocar en su obra. José María Martínez, también guionista del filme, ha asegurado estos días que la película es una «invitación a la lectura» cuyo objetivo es que al terminar de verla, el espectador lea la obra de Paz. Y es que, en declaraciones a Efe horas antes del estreno, el director aseguró que «si los dioses escribieran en español, probablemente imitarían a Octavio Paz».

Picasso y Buñuel

Teniendo en cuenta las 10.000 páginas de la obra de Octavio Paz, la dificultad de la elaboración del documental se centró, según ha revelado su director, en la necesidad de adaptar sus numerosas publicaciones a la pantalla. Durante los 85 minutos de metraje aparecen primeras ediciones de las obras del mexicano e imágenes de su paso por España, a donde acude en 1937 al Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura, y de la India, una época de su vida que Martínez considera «fundamental para su obra» y que en el filme se extiende durante 18 minutos con análisis de su obra, su lugar de residencia y los viajes que repercutieron en sus textos. En La India conoció a María José Tramini, su segunda mujer, y se fraguaron dos de sus obras fundamentales: «Blanco» y «El mono gramático».

El filme recoge, también, la labor de Paz como diplomático en París, donde logró que Picasso y otros artistas apoyaran «Los olvidados», de Luis Buñuel. Poco antes, el cineasta español, exiliado en México, le había pedido ayuda para presentar la película en Cannes, después de que el Gobierno mexicano se negara a que representara al país en el festival. Buñuel no sólo logró participar en Cannes gracias a Paz, sino que se llevó dos galardones. «El laberinto de Octavio Paz» se cierra con el testimonio de Hans Meinke, editor de las obras completas del autor mexicano, que revela cómo le entregó su último manuscrito, «Figuras y figuraciones». Tras su estreno en Madrid, el próximo 9 de noviembre, el documental se verá en el Instituto Cervantes de París, cuya biblioteca lleva el nombre de Octavio Paz.