Almagro, mucho más que teatro

El pasado jueves arrancó en Almagro el Festival Internacional de Teatro Clásico que en su 38º edición ofrecerá, hasta el 26 de julio, 93 funciones de 53 espectáculos a cargo de 52 compañías tanto nacionales como internacionales. La función teatral es el plato principal de un carta en el que hay otras muchas sugerencias para confeccionar un menú cultural variado con el que organizar una visita redonda a esta localidad manchega, célebre también por sus bolillos y sus berenjenas.

Exposiciones, talleres y jornadas y cursos son algunas de las actividades paralelas que propone el equipo que dirige Natalia Menéndez para este año. Así, dentro del Festival se celebrarán cinco exposiciones, que se podrán visitar durante todo el mes en diferentes espacios.

En el Museo del Encaje y la Blonda se inauguró el jueves, coincidiendo con el acto de apertura del festival y la entrega del Premio Corral de Comedias al actor José Luis Gómez, la muestra «Andrea D’Odorico. Los espejos del alma», una retrospectiva (1942-2014) organizada por el Museo del Teatro sobre la figura de este escenógrafo y productor teatral imprescindible en la escena española de los últimos 40 años, creador de una nueva concepción del espacio escénico.

La Dinastía Joseon

Bocetos de escenografías, maquetas, documentos, fotografías, carteles, programas de mano, elementos de atrezzo y enseres personales son algunas de las piezas que integran una muestra articulada en torno a tres momentos de su carrera: la década de los 70 cuando junto a Miguel Narros crea el Teatro Estable Castellano y posteriormente Teatro de Arte, de los que nacieron montajes como Tío Vania, El rey lear, Largo viaje hacia la noche o Así que pasen cinco años; 1993, cuando pone en marcha su empresa de producción teatral con la que Miguel Narros dirigió 18 montajes; y una etapa en solitario desde 2008 con otros grandes directores como como Francesco Saporano, Natalia Menéndez, Luis Luque o Laila Ripoll.

En el Aula Magna del Parador de Almagro, por otro lado, se puede visitar desde el viernes la exposición «Espíritu del Erudito Coreano: La importancia del respeto», organizada por el Centro de Promoción de Patrimonio Intangible de Corea, Centro Cultural Coreano en España.

Se trata de una muestra que resume los pilares de la cultura de la Dinastía Joseon, que reinó durante 500 años. Benevolencia, rectitud, corrección, sabiduría y sinceridad son la base de las ideas confucianas, y una virtud cardinal y común para un erudito que practique diariamente.

Colección de grabados

El Centro Cultural Coreano entiende esta exposición como una gran oportunidad para conocer la profunda sabiduría del erudito coreano, y que se convierta en un Centro de intercambios culturales entre España y Corea ya que la vida cotidiana de un erudito conlleva el respeto al prójimo y la búsqueda de los valores morales, lo que invita a la reflexión al compararla con nuestra vida actual.

También el viernes 3 se abrió al público, en este caso en el Patio de Fúcares, «Bizzarie di varie figure del artista Giovanni Battista Bracelli», una exposición organizada por el Goethe Institut de Alemania. Se trata de un conjunto de grabados de la colección de Werner Neke que datan de 1624 y están dedicados a Don Pietro de Medici, usando alegorías y emblemas para aludir al evidente y escondido significado.

«El manierista Bracelli empleó metamorfosis, como había hecho Arcimboldo antes que él en el servicio de la corte del Emperador Rodolfo II en Praga, y cogió el estilo capricho de Jacques Callot para la fantasía y lo grotesco extremo. Alrededor de 1930, Tristan Tzara, uno de los fundadores y de las figuras centrales del movimiento Dada, declaró a Bracelli como un antecesor del Surrealismo y hoy sus escondidas composiciones todavía tienen el poder de elevarse por encima del arte, siendo una simple imitación de la naturaleza», se puede leer en el folleto explicativo de la muestra.

Finalmente, el sábado abrieron sus puertas otras dos exposiciones más que conforman el total de la oferta. Se trata de «Cuatrienal de Praga. Pabellón de España» y de «Tránsito por la escenografía contemporánea española», que se pueden visitar en el Espacio Escénico de Almagro.

En la primera, el comisario José Luis Raymond trabaja en la pedagogía plástico teatral y en la investigación del cuerpo y objeto en el espacio desde la perspectiva de que vivimos un momento en el que los avances de las nuevas tecnologías proponen constantemente nuevas herramientas y retos a la creación artística. Cambios que afectan a la realidad de los países de nuestro entorno y tienen consecuencias políticas y sociales. «Queremos demostrar que la evolución social es un proceso imparable y que quien no asuma esta realidad está muerto», afirma.

En cuanto a la segunda, tiene como objetivo presentar al público asistente, en formato audiovisual o con materiales corpóreos de pequeño formato, una muestra relevante de los más importantes trabajos escenográficos realizados por los creadores españoles en los últimos cinco años, a modo de retrospectiva pedagógica. La exposición se estructura en ocho módulos temáticos, que han sido diseñados por el equipo de arquitectos Zuloark. En cada uno de ellos se muestra un concepto concreto relativo a la creación escenográfica reciente.

Talleres y jornadas

En el aspecto más formativo del Festival cabe destacar el programa de talleres y jornadas que como es habitual se desarrollarán de forma paralela al calendario de representaciones. Este año se han programado tres talleres, El camino del verso, Jamming para actores y Jamming para público general amateur, que se celebrarán en el Palacio de Valdeparaíso.

En cuanto a las jornadas, no podían faltar las Jornadas de Teatro Clásico de Almagro que este año se centraran en el entremés y sus intérpretes bajo la dirección del catedrático de Literatura de la UCLM, Felipe Pedraza, y que alcanzan su 38 edición también. Además, se ha programado el primer encuentro internacional de blogueros teatrales y los terceros encuentros de crítica y gestión teatral.