La «competencia espermática» es una forma de selección sexual postcoital que influye en las características del semen de los animales
La «competencia espermática» es una forma de selección sexual postcoital que influye en las características del semen de los animales - Museo de ciencias naturales

En los espermatozoides de los mamíferos el tamaño sí importa

Investigadores españoles encuentran que, en el proceso de fecundación, a veces importa más el número y, en otras ocasiones, que sean más o menos grandes para incrementar la velocidad de nado

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Un grupo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han firmado un artículo en «Journal of Evolutionary Biology», en el que han concluido que los mamíferos no compensan el tamaño y el número de los espermatozoides. Justo al contrario de lo que se pensaba hasta ahora, ya que se creía que los machos producían espermatozoides de menor tamaño para aumentar su número.

Así, los investigadores han hallado que cada especie varía la cantidad de energía que dedica a la producción espermática, y que hay momentos del proceso de fecundación en los que podría ser más importante el número y en otros el tamaño de los espermatozoides.

Los machos de una misma especie

compiten a través de sus características seminales con el fin de asegurarse la paternidad de una mayor proporción de crías. Esto se conoce como «competencia espermática», que supone una forma de selección sexual postcoital que influye en la evolución de las características del semen de los animales.

Los investigadores han descubierto también que a veces el tamaño de los espermatozoides puede suponer una ventaja ya que un flagelo más largo incrementa la velocidad de nado, otras, lo importante es generar un mayor número de competidores que lleguen a fecundar el óvulo.

Presupuesto energético

La investigación partió de la idea de que cada macho tiene un presupuesto energético fijo comprometido con la producción espermática, los modelos teóricos predicen que un incremento en la cantidad de los espermatozoides implica que no será posible aumentar su tamaño. Sin embargo, según el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales Eduardo Roldán «esto no es necesariamente así».

El investigador explica que querían comprobar si en la competencia espermática se prioriza el número o el tamaño de las células o si se produce una compensación entre ambos rasgos, teniendo en cuenta que puede no haber un presupuesto energético fijo para la generación de espermatozoides.

Como ha añadido también el investigador Maximiliano Tourmente, «lo que hemos visto es que el número y el tamaño son rasgos de los espermatozoides que pueden aumentar a la vez, es decir, que no existe compensación entre ambos».

Diferentes momentos

En los testículos, los procesos celulares que determinan el número de espermatozoides son diferentes de los que influyen en el tamaño de las células. Además, en mamíferos, los rasgos estudiados entran en juego en distintos momentos del proceso de transporte de los espermatozoides que tiene lugar de camino a la fecundación.

En una primera etapa, cuando los espermatozoides son depositados en el tracto femenino, e l número tiene un papel importante. Mientras, en las últimas etapas, cuando el espermatozoide tiene que nadar activamente para llegar al óvulo y participar en la fecundación, la velocidad, que está muy influenciada por el tamaño, es esencial.

Tourmente ha afirmado que «nuestros resultados apuntan a que el aumento tanto del número de espermatozoides como de su tamaño está afectado por diferentes requerimientos energéticos y limitaciones metabólicas en cada etapa de la formación espermática».

Finalmente, Roldán ha concluido que los resultados de este trabajo suponen un «avance importante» para comprender los factores masculinos que determinan la fertilidad y «cómo la evolución puede influir maximizando el éxito reproductor de los machos».