Sociedad

El Rey avisa de que el cambio climático amenaza la existencia de la humanidad

Expresa ante la cumbre de líderes en la ONU el compromiso español de reducir en 2030 un 40% las emisiones de 1990

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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«Que nadie se llame a engaño. Ninguno de los países aquí representados puede esperar. Detrás del ascenso de unos pocos grados de temperatura, están en juego vidas humanas y la continuidad misma de nuestras sociedades», aseguró ayer el Rey durante su participación en la cumbre de líderes mundiales sobre cambio climático impulsada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

El discurso de Felipe VI en Nueva York, como suele ser habitual, recoge las directrices del Ejecutivo en esta materia y por eso mismo es la muestra de que aquellas desafortunadas palabras pronunciadas por Mariano Rajoy sobre el cambio climático en 2007, cuando aún era líder de la oposición («hay que estar muy atentos pero tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial») han quedado sepultadas por la realidad. El Monarca no dejó resquicio a la duda. «Hoy, el reto común que representa el cambio climático ha adquirido una mayor urgencia -insistió-, amenaza los equilibrios básicos que hacen posible la vida y la continuidad de nuestra civilización».

Don Felipe fue incluso a lo concreto en su relato de lo dramática que resulta ya la situación. «Los habitantes de las islas vulnerables del Pacífico, el Índico o el Caribe, o de las zonas costeras de muchos de nuestros países, no pueden esperar -alertó-; tampoco los habitantes de zonas montañosas donde desaparecen los glaciares, ni los de regiones enteras amenazadas por la desertificación, o quienes dependen para su subsistencia de los mares y los océanos».

La reunión de la ONU -en la que participan 120 estados y, algo inusual, empresarios y representantes de organizaciones sociales- es la primera de tres citas clave en la batalla contra el calentamiento global, aunque en ella no se adoptarán decisiones. Se trata de dar un impulso a las negociaciones que van a tener lugar en Lima este diciembre y, sobre todo, a finales de 2015 en París, que es donde se debería firmar un nuevo acuerdo que sustituya al suscrito en Copenhague en 2009.

Aquella cumbre fue un fracaso. Apenas se alcanzó un acuerdo de mínimos. Ahora parece que la concienciación sobre los riesgos del cambio climático entre los líderes mundiales es mayor. «Hay razones para la esperanza, compartimos un consenso básico sobre el peligro que nos acecha», dijo el Rey.

Don Felipe aseguró que el compromiso de España es «firme» y defendió con «orgullo» es el primer país del mundo en el que la energía eólica se ha situado como primera fuente de generación de electricidad a lo largo de un año completo y está cumpliendo los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero en 2020. «Nuestra siguiente meta, compartida con la UE, es reducir nuestras emisiones en un 40% en 2030, respecto de los niveles de 1990», añadió el Rey.