Italia vuelve a la recesión y desata la alarma en Bruselas y los mercados

La economía italiana volvió a tropezar con la piedra de la recesión y resucitó los miedos tanto en Bruselas como en los mercados a una recaída más profunda. El PIB del país transalpino se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre y sumó este descenso a la caída del 0,1% de los primeros tres meses del año. En tasa interanual la contracción se eleva a un 0,3%. Los malos datos de la tercera economía de la eurozona provocaron la reacción de Bruselas, que reiteró la necesidad de poner en marcha las reformas necesarias para mejorar la competitividad en el país, pero también llevó el pesimismo a las bolsas europeas, teñidas de rojo. Y es que los datos del Instituto Nacional de Estadística de Italia conocidos ayer parecen convertir en un espejismo la senda positiva de la economía italiana iniciada en el último trimestre de 2013 después de haber estado en terreno negativo desde el tercer trimestre de 2011.

«Nos esperábamos datos más altos, en línea con las previsiones de la zona euro», aseguró el primer ministro italiano Matteo Renzi al conocer la estadística. Sin embargo, el hiperactivo líder aseguró que este traspiés servirá para trabajar con «mayor determinación». Un optimismo que parecía no compartir su ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, que en una entrevista con el diario 'Il Sole 24 Ore' reconoció que el país se encuentra «en una recesión que es realmente profunda» y de la que será «laborioso» salir. En cambio, reafirmó el objetivo de rebajar el déficit público al 3% del PIB en 2014, según lo pactado con Bruselas. También se comprometió a acelerar las reformas estructurales. «Necesitaremos más tiempo, pero no vamos a fallar», remató.

Eso es precisamente lo que le piden desde Bruselas. «Lamentablemente los datos indican que la recuperación en Italia se retrasará más». Con esta afirmación el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, Simon O'Connor, reconoció la sorpresa negativa que había supuesto para Bruselas los datos de Italia. Unas cifras que apuntan a un crecimiento «más débil» que lo anticipado por la Comisión (0,6% para este año y 1,2% para 2015). El portavoz también admitió que esta caída «tendrá un impacto negativo en las finanzas públicas» del país. Sin embargo, no quiso adelantar si este retroceso de la economía pone en peligro los objetivos de déficit. O'Connor sí insistió en que «solo mediante las reformas estructurales se darán las condiciones de una recuperación sostenida», declaró.

Las bolsas europeas también reflejaron con caídas los malos datos de Italia, pero también el descenso mensual -el mayor desde septiembre de 2011- de los pedidos industriales en Alemania. La plaza más perjudicada fue Milán, con un retroceso del 2,7%. Por su parte, el Ibex-35 se dejó un 1,04% hasta los 10.246 puntos, el nivel más bajo desde abril. De hecho, el selectivo español ha perdido un 6,3% en solo cinco sesiones. Pero la desconfianza también se trasladó a la deuda pública. La prima de riesgo española se incrementó casi diez puntos hasta los 148 enteros y la rentabilidad del bono español a 10 años se elevó hasta el 2,6%.