Su caminata se iniciará en Tarifa, donde se calzará sus botas. :: L. V.
Sierra

1.250 kilómetros solidarios a pie

Salvador Guerrero recorrerá en 70 días cuatro provincias andaluzas con la intención de animar a todo el mundo a que conozcan la labor de Juan Candil y colaboren con ella Un arcense inicia una caminata para ayudar a un centro ocupacional

ARCOS. Actualizado: Guardar
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«Un día me desperté y decidí que tenía que caminar. No había destino más que llegar a mí. Así comenzó esta aventura, la de dejar de soñar para comenzar a vivir». Salvador Guerrero, 'El Grapi' como le llaman los amigos, un arcense de 33 años, ha decidido lanzarse al camino y recorrer Andalucía con la intención de vivir una experiencia diferente y tener que sobrevivir durante dos meses bajo la luz de las estrellas y con la única compañía de una tienda de campaña. La iniciativa no nace sólo como una experiencia personal sino que «también se ha convertido en un reto solidario con el que trataré de ayudar a las personas, llenas de luz, que son parte de la familia del centro ocupacional Juan Candil».

Guerrero ha quedado maravillado por los usuarios de este centro, que presta servicio en Arcos desde 1995, y ha decidido tratar de poner su granito de arena para la recaudación de fondos para construir un aula de fisioterapia y la construcción de un motocultivo para el huerto que tiene sus instalaciones. Durante unos 70 días realizará un camino de unos 1.250 kilómetros con los que pretende recordar a todos los arcenses que Juan Candil existe y que habría que tratar de ayudar a sus alumnos para que su vida pueda mejorar.

«Los observas y ves que están coloreando o haciendo algo simple y están haciendo lo que haríamos cualquiera, si no hubiéramos perdido la pureza, ya que no paran de darle besos a sus amigos», destaca este joven arcense de su trato con los alumnos del centro. «A diario se saludan como si hiciera años que no se ven y sin nada de artificio de por medio», asegura, por lo que recomienda que «de vez en cuando nos escapemos a un centro de este tipo para que veamos la esencia de los sentimientos de las personas». Ni por su formación, es maestro de Educación Física y licenciado en INEF, ni por su trabajo, últimamente era encargado de un bar, se acercó nunca a «unos seres tan especiales», porque no les gusta llamarlos discapacitados.

El camino

Su camino se iniciará en Tarifa y recorrerá muchas poblaciones de Cádiz, Málaga, Granada y Jaén. Irá haciendo paradas para visitar a amigos pero espera que el camino le permita «conocer a mucha gente y vivir una gran experiencia personal». Asegura que para él será como «unas vacaciones en las que no sólo no desconectaré del mundo sino que reconectaré con el mismo». Las etapas no están totalmente cerradas y Salvador Guerrero se irá adaptando a lo que «me vaya dando el camino y el día a día», al respecto asegura que «salgo con la única preocupación de vivir cada día, exprimir cada momento al máximo y preocuparme sólo de cómo conseguiré desayunar, comer y cenar y dónde me instalaré esa noche para dormir».

«Nunca he dormido al aire libre y ésta será una gran ocasión para hacerlo», asegura, destacando que «lo haré por ellos y por mí, que necesito vivir esta experiencia». Sus botas, una tienda de campaña y unos pocos ahorrillos serán los acompañantes para hacer su 'Camino del Dharma', que es como ha llamado al reto, y enfrentarse a la dureza del sendero de gran recorrido GR7.