Un pueblo de Sevilla se moviliza para evitar que 'el loco del chándal' se instale allí

El pueblo sevillano de Almadén de la Plata ha levantado una auténtica polvareda para evitar que Manuel González 'el loco del chándal', un depredador sexual y asesino de una de sus víctimas, recién salido de la prisión por lanulidad de la 'doctrina Parot', se instale como un nuevo vecino, ya que su madre posee una casa en esta localidad.

'El loco del chándal', que llegó a atacar a 16 mujeres, fue condenado a 169 años de cárcel por un asesinato con alevosía, seis asesinatos con alevosía en grado de frustración, un homicidio en grado de tentativa, tres delitos de lesiones, uno de agresión sexual y uno de hurto. González, que salió de la prisión catalana de Brians-2 el pasado 22 de noviembre, vive desde entonces en una casa del pueblo barcelonés de Martorell.

El ayuntamiento catalán ha reclamado a los responsables policiales que extremen la seguridad en el municipio, mientras en la otra punta del país, la localidad sevillana de Almadén de la Plata, se ha movilizado para impedir que el ' loco del chándal' se instalé allí, donde vive su madre.

El temor es mayor porque Almadén no tiene ni policía local. El alcalde, José Luis Vidal, dictó un bando con el que convocó a los vecinos a una concentración para pedir que el 'loco del chándal' no se vaya a vivir al pueblo. En el bando el alcalde pide a las autoridades que no permitan su residencia en un «pueblo indefenso». El primer edil aprovecha par a reclamar una presencia constante de la Guardia Civl y contar con agentes de policía local.

El desasosiego en Sevilla fue tal que el consejero andaluz de Justicia, Emilio de Llera, tuvo que llamar a la calma a los vecinos. De Llera recordó que González ha cumplido su condena y que por tanto tiene derecho a reinsertarse en la sociedad. Los vecinos, no obstante, se manifestaron en el centro del pueblo reclamando que González no se mude allí.

Más vigilancia

El Ministerio del Interior, por su lado, promete «eficacia» para impedir que la decena de asesinos en serie y depredadores sexuales que han sido excarcelados tras la derogación de la doctrina Parot vuelvan a delinquir, pero advierte que ahora son «ciudadanos libres» y que, en modo alguno, se puede coartar su libertad de movimientos.

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, aseguró que las fuerzas de seguridad del Estado estarán «a la altura» del desafío que supone la excarcelación de estos delincuentes extremadamente peligrosos.

Martínez, que no quiso especificar si estos expresos están siendo sometidos a alguna suerte de seguimientos o control, sí que dijo, no obstante, que los policías y guardias civiles «manejan información» y que se están moviendo dentro de los márgenes que la «legalidad» les permite. En esa línea de «discreción», el número dos del Ministerio del Interior no quiso desvelar si las fuerzas de seguridad tienen bajo control a Miguel Ricart, asesino de las niñas de Alcàsser, al que diversas fuentes sitúan en la capital madrileña.