LOS EXPERIMENTOS, CON MASEGOSA

En fútbol nadie asegura nada, pero suelen triunfar las apuestas conservadoras sobre los inventos y las conductas temerarias. En San Fernando, con la espada de Damocles pendiendo sobre la cabeza de Carrillo, una idea se abría paso en la oscuridad: los experimentos, con Masegosa.

Y quien más claro lo tenía, el 'presi'. Dani Luna, en una decisión unilateral, fue capaz de unir un matrimonio roto y salvar una relación que para muchos ya había acabado. Ponía paz entre dos azulinos condenados a entenderse por su bien, y por el bien de todos.

No es que Masegosa sea Guardiola, Mourinho o Simeone. Es un técnico joven, en sus inicios, con una experiencia que se reduce al San Fernando y con mucho más que aprender que de enseñar. Pero tiene una idea. Y parafraseándole, «más vale una idea regular que once buenas».

Resulta que esa filosofía, ese estilo propio, triunfó la temporada pasada, en un curso inolvidable. No es infalible, puede que se agote esa fórmula exitosa, que ahora no funcione, pero todo hace pensar que combinando los mismos factores el producto ha de ser similar. Pepe aportará mucho al equipo azulino; más que experiencia, sapiencia, pues son muchos años ligado a esa entidad y sabe manejar a la perfección las claves que rodean al club.

Pero esto tiene su 'feedback'. A Masegosa le interesa seguir creciendo de la mano cañaílla. Este verano saltó a la selva y ha comprobado de primera mano el terreno árido y los buitres que campan por el fútbol modesto. Pese a su victoriosa campaña, se quedó sin nada. No hubo banquillo para Pepe. Por suerte la vida le ha dejado de nuevo en el camino a casa, con dos años de contrato, reforzado por el fracaso inicial, con respaldo de socios y directivos y la posibilidad de encabezar un ambicioso proyecto para el futuro. Este verano la historia debe ser muy distinta.