Alaya declara insolvente al 'chófer de la coca'

La jueza Mecedes Alaya, que investiga los ERE falsos, ha declarado insolvente a Juan Francisco Trujillo, el chófer que declaró haber gastado hasta 25.000 euros al mes de ayudas de la Junta en cocaína. El único dinero que ha encontrado en sus ocho cuentas embargadas ha sido 1,64 euros.

No hay rastros de liquidez a pesar de que Trujillo estuvo encarcelado varios meses durante el año 2012 por haber percibido 1.350.000 euros de la Junta para tres empresas ficticias y otros 122.649 euros de una ayuda sociolaboral que recibió su madre.

El auto de Alaya indica que han resultado infructuosos todos los intentos de averiguación patrimonial de bienes del imputado así como el embargo de las cuentas bancarias y las posibles devoluciones de la Agencia Tributaria, indica la agencia Efe.

Por ello, la jueza da por terminada su pieza de responsabilidad pecuniaria, abierta para hacer frente a la fianza civil de 2,3 millones de euros que le impuso, aunque el auto precisa que ello se hace «sin perjuicio de lo que pudiera resultar en el futuro».

Trujillo, el conocido como 'chófer de la coca', que aseguró haber gastado 25.000 euros mensuales de ayudas de la Junta para comprar cocaína para sí mismo y su jefe, el exdirector general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, manifestó cuando declaró ante Alaya que por dos veces se desplazó a Madrid por orden de Guerrero y recibió sobres con dinero de responsables de la aseguradora Vitalia.

Trujillo, que además recodnoció que estaba cobrando el paro indebidamente pues le dieron de alta de manera ficticia dos empresarios conocidos suyos, dijo que con las ayudas obtenidas durante el tiempo en que fue chófer de Guerrero (2003-2007), se compró tres terrenos y un piso en la calle San Luis de Sevilla, devolvió entre 60.000 u 80.000 euros en mano a Guerrero y, entre otras cuestiones, se gastó unos 40.000 euros en regalos para su jefe, 4.000 euros para un piano que le compró, 1.200 euros en teléfonos móviles, le pagó unos 2.000 euros en ropa, le regaló dos relojes y le compró antigüedades que él mismo trasladó a su domicilio en El Pedroso (Sevilla).

Además, Alaya ha embargado la indemnización recibida por el exconsejero Antonio Fernández por su despido de González Byass, para hacer frente a la fianza de responsabilidad civil de 807 millones de euros.