José Antonio Griñán, ayer tarde en el comité director de su partido. :: EFE
ANDALUCÍA

Griñán pide al PSOE que frene el debate sobre las primarias y se centre en el paro

Insta a su partido a esperar a la conferencia política para decidir un modelo que salga de la «reflexión interna» y no de «ambiciones personales»

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José Antonio Griñán ha dejado claro a sus máximos allegados que no tiene intención alguna de postularse a ningún liderazgo nacional del PSOE, entre otras razones porque no se ve con edad para ello (cumple 67 años el próximo mes de junio). Otra cosa es la influencia que aspira a tener en el futuro de su partido no solo porque sea presidente del PSOE. Lo es también del Gobierno andaluz, la comunidad más poblada, y sobre todo es secretario general de la federación de mayor cuota decisiva en el PSOE. Todo ello otorga a Griñán una autoridad dentro del PSOE que pocos barones pueden reivindicar. Con este aval, Griñán dejó clara su posición ayer de que aún no toca hablar de elecciones primarias para elegir el candidato a presidente del Gobierno o a secretario general del PSOE. El andaluz apuntala la tesis de Rubalcaba y se convierte en su máximo valedor, cuando hace algo más de un año defendió a su contrincante, Carme Chacón, a la secretaría general.

Para Griñán la prioridad ahora es «centrarnos en la lucha contra el paro» y en «recuperar la confianza de los ciudadanos en la política». «Quiero pedir a los socialistas que no nos debe preocupar tanto nuestra falta de expectativas como la falta de expectativas de los ciudadanos». Esta es una frase de su discurso abierto a la prensa en el comité director del PSOE andaluz convocado con motivo del primer año de gobierno en coalición con Izquierda Unida.

Reñidero inútil

Griñán argumentó precisamente que el PSOE gobierna en Andalucía en una circunstancias muy difíciles por la situación de paro y falta de liquidez de las administraciones para que su partido se entretenga en «un reñidero inútil para los ciudadanos» sobre las primarias. A puerta cerrada, el presidente lamentó que los periódicos dediquen páginas enteras al debate de los presumibles candidatos de unas primarias que ni se han convocado, mientras de lo que le gustaría que hablaran es de su decreto contra la exclusión social o de la propuesta que quiere llevar a Rajoy sobre un plan nacional contra la pobreza.

El tiempo de espera que propone Griñán no es mucho, solo seis meses, lo que falta para la Conferencia Política de octubre convocada por Rubalcaba en la que el PSOE deberá diseñar su estrategia cara al futuro. Para Griñán la conferencia es el «espacio natural» de un debate de tal calado. Advirtió de que cualquier cambio de modelo del partido debe salir de «nuestra propia reflexión o necesidades y nunca de la urgencia, de la imposición mediática o incluso de ambiciones personales», en referencia sin mencionarlos a los que se pueden estar postulando para sustituir a Rubalcaba. Griñán insistió en que su partido debe «huir de la tentación de inventarnos saltos en el vacío», en referencia a la propuesta de unas primarias entre la militancia para la elección del secretario general.

Tabla rasa

Pero Griñán también advirtió del inmovilismo. Señaló que ni hay que hacer «tabla rasa» ni «tampoco quedarnos sentados». El partido necesita modernizarse, pero advirtió que debería alejarse de dos riesgos: dejarse llevar por «la marea de lo demoscópico» o permanecer «impasibles». «Caer en lo primero nos hará irreconocibles; y en lo segundo, quedarnos en el pasado».

Pese al reclamo encarecido de frenar el debate de las primarias, el mismo presidente andaluz contribuyó ayer a enmarañarlo cuando respondió en Canal Sur Radio que en Andalucía hay candidatos «iguales o mejores» que los que han salido hasta ahora a la palestra. Incluso no negó la posibilidad de que uno de ellos sea Mario Jiménez, su número dos en el PSOE andaluz. «Tomará la decisión que crea conveniente», sugirió.

Griñán hizo un balance positivo del primer año de gobierno con Izquierda Unida, del que destacó la «estabilidad política». El secretario de los socialistas andaluces pidió a la militancia que no desfallezca y «deje caer los brazos» y defienda las políticas de la Junta que, en su opinión, son las que mejor están luchando contra lo que llamó «la fatiga de la crisis, la desesperanza».

Puso en valor los decretos contra la exclusión social y en favor de los desahuciados de sus casas y avanzó normativas a punto de estar sobre la mesa del Consejo de Gobierno: una norma para proteger a los dedudores más vulnerables, como las pymes, la ley contra el fraude fiscal y la ley de transparencia. «Tenemos una agenda legislativa muy ambiciosa», dijo.

También el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, se refirió a las leyes en cartera en su balance del primer año como Izquierda Unida. Valderas dijo que pedirá una reunión a Griñán para marcar la hoja de ruta del segundo año de gobierno de la coalición. Valderas, como Griñán, resaltaron la resistencia del Gobierno andaluz a la «austeridad suicida» del Gobierno de Rajoy.